¿Cómo puedo manter fresca mi lechuga por más tiempo?, checa estos trucos para lograrlo

Cuántas veces no te ha pasado que llegas a casa, teniendo la idea de una receta, donde incluyes como guarnición esa lechuga que compraste hace unos días en tu verdulería y que todo podría estar solucionado, no importa si es por la tarde o por la noche, ahí está la solución, el ingredientes extra para poder complementar tu comida. Hasta aquí todo bien, la situación llega realmente cuando nos damos cuenta que la lechuga ya no está como lo pensabas, porque muestra una tonalidad entre café y amarillo.

Es importante destacar que esto no tendría nada de malo, incluso aún podrías comerla por unos días más, pero tampoco es apetecible hacerlo. Pensando en todo ello, hoy te queremos dejar algunos tips para que tu lechuga te dure por mucho más tiempo y no tengas que sufrir, por esa parte que para nada resulta apetecible. Así que sigue leyendo, toma nota y aplícalo.

Limpieza

Para que tu lechuga se mantenga fresca y crujiente, lo primero que tienes que hacer es cortarla y lavar perfectamente. De la misma manera que sales limpiarla antes de usarla, te recomendamos hacer lo mismo en cuanto la compres, ya que ésta no se conservará de la misma manera y será perfecto para que se mantenga fresca por más tiempo.

Cortar la lechuga

Cuando guardamos nuestra lechuga en el refrigerador, lo mejor siempre es primero picar la idea y llevarla a un recipiente. Es importante que esté picada y que no tenga las hojas enteras, de esta manera no tendrás el mismo resultado y créenos durará por mucho más tiempo. Otro dato sumamente interesante al momento de cortarlas es que deberá retirar el tronco.

Escurre

Cuando tu lechuga tenga el suficiente tiempo de limpieza, lo siguiente que deberás hacer es retirar el máximo de agua y secarla con papel absorbente. Esto retirará por completo la humedad extra que puede llegar a tener y que generará que se oxide.

Almacenamiento

Para que tu lechuga se conserve es importante almacenarla en un recipiente de cristal, no importa si es un tarro o un tupper, recuerda que deberá ser de cristal y con sello hermético. Al momento de introducir la antes de cerrarlo deberás cubrir con un poco de papel de cocina seco. Es de suma importancia que esté muy bien cerrado tu refractario. Lo siguiente será llevarlo al refrigerador y ponerlo bocabajo, de esta manera absorberá la humedad y permitirá que el papel absorba todo la humedad.