¿Cómo limpiar tus ollas de acero inoxidable? Sigue estos 3 tips para mejorar tu técnica

Si hay algo que definitivamente nos revienta la cabeza, eso es hacer limpieza en la cocina y más cuando tenemos que lavar cerros de trastes después de una fiesta y peor tantito si se te ocurrió lucirte cocinando un mole o cualquier otra comida típica mexicana, porque de sobra sabemos que debe de contener alguna salsita, que al terminarse, deja tus ollas y cazuelas con unas manchas bien difíciles de quitar. 

El barro como quiera, pero ¿y el acero inoxidable? Sí, será las maravillas que gustes y mandes, pero lo que sí es un hecho, eso es que a la hora de lavar o limpiar nuestras cazuelas de este último material, tenemos que tener mucho cuidado para no maltratarlas, pero al mismo tiempo remover esas molestas manchas de mole seco o de cualquier otra salsa densa que ponga en aprietos a nuestros utensilios. 

Aunque tu abuelita te haya enseñado a lavar los trastes con la fibra de aluminio cuando las cosas se ponían difíciles, es un hecho, que definitivamente no puedes repetir cada que un lavado de trastes se complique, porque sólo conseguirás dañar el material de tus ollas y cazuelas, reduciendo su vida útil y provocando nuevas manchas. Seguro ya has leído y aplicado hasta el cansancio un gran número de remedios para lavar tus ollas y cazuelas, pero te apostamos lo que quieras a que si aplicas estos truquitos, no volverás a sufrir. 

1. Esponja en vez de fibra

Así como lo lees, la fibra maltrata mucho la superficie de la cazuela u olla de acero inoxidable y lo creas o no, una esponja puede ser una gran opción. De hecho, podrías valerte de esas esponjas cubiertas de fibra de plástico para quitar los excedentes y así terminar con las manchas difíciles sin maltratar el material de tus ollas.

2. Bicarbonato y vinagre para los tiempos difíciles

Sí, el bicarbonato es una auténtica joya para nuestra despensa y puedes usarlo para eliminar cualquier mancha en las ollas, cazuelas o sartenes, pero si lo combinas con vinagre, sus propiedades limpiadoras y desinfectantes pueden mejorar el estado del acero inoxidable y alargar su vida útil. Así que cuando te toque lavar ollas, sartenes y cazuelas, no dudes en acudir a esta opción, que además es muy económica. 

3. No laves ollas calientes

Podría parecer más fácil y efectivo, pero ¡no caigas en la trampa!, porque no lo es. Esto se debe a que el choque de temperatura del agua fría con la superficie caliente, lo único que provoca es que las manchas se incrustan todavía más. Así que para poder manipular todo, lo mejor es esperar a que se enfríe ése sartén, olla o cazuela, antes de empezar a lavarle.