¡Evita enfermarte! Tips para saber si la comida ya se echó a perder

El calor es increíble, pero cuando está uno en la playa y puede salir en ropa muy ligera, porque esta primavera nos está pegando con todo y hasta la comida puede terminar pasando factura. Con estas temperaturas, es muy común que se eche a perder la comida, especialmente si después de consumirla o comprarla no la metimos al refrigerador, pues el calor promueve la producción de bacterias que pueden dañar nuestra salud.

Para que este año no te enfermes por comer alimentos en mal estado, aquí te damos unos tips para saber si la comida ya se echó a perder, pues aunque no nos gusta desperdiciar, no es buena idea llevarse nada a la boca que ya no esté en buen estado. Algunos de los problemas de salud que puedes sufrir como intoxicación alimentaria son dolores estomacales, náuseas, diarrea, dolor de cabeza o fiebre cuando ya es una infección importante.

Las bajas temperaturas evitarán que tu comida se eche a perder, por eso es muy importante que, aunque estés muy cansada o tengas poco tiempo, almacenes adecuadamente tus alimentos y te cerciores de que el refrigerador esté funcionando bien. Recuerda que lo aconsejable es que el refrigerador esté a 4 grados centígrados para garantizar la salubridad de tus alimentos, pero esto tampoco garantizará que estén en buen estado si los dejas ahí una eternidad.

Tips para saber si la comida ya se echó a perder

1. Huelen feo

El olfato es uno de nuestros grandes aliados para saber si la comida ya se echó a perder. En las carnes, los pescados y el huevo, el olor se vuelve muy intenso y desagradable, mientras los vegetales expiden un aroma avinagrado o rancio y el pan huele a todo menos a pan, todo esto va a la basura. Y según la Administración de Alimentos y Medicamentos de EU (FDA, por sus siglas en ingles), si tu comida preparada ya no huele rico, lo mejor es que la tires.

2. Tienen hongo o moho

El moho es un tipo de hongo que puede provocar diversas enfermedades estomacales, problemas respiratorios y alergias. Si encuentras una manchita gris blanquecina o verdosa, es momento de tirar esa comida a la basura, incluyendo la bolsa, y si estaba en recipientes de vidrio o plástico duro, lavarlo muy bien.

3. Cambió su textura

Tocar los alimentos también nos puede dar una buena guía sobre si sirve o no. Presiona la comida, como la fruta por ejemplo, o las carnes, si quedan huecos quiere decir que ya no está buena. También hay alimentos que se apelmazan cuando las presionamos, como la pasta, o se arrugan, como las verduras, en todos estos casos mejor tira esta comida.

4. Son de otro color

Cocinaste algo que cambió de color y eso no es normal, es momento de desecharlo. En la carne cruda es usual ver que de un tono marrón se va a los grises, en los vegetales los colores se ponen opacos y tienden a mancharse de café, en los pescados las agallas se van de un rojizo a un morado o un marrón, y en todos estos casos ya no está bien que te los comas.

5. Se vuelven blandos

Las verduras que comienzan a perder su vitalidad y frescura comienzan a volverse blandas. Una zanahoria fresca es crocante cuando la muerdes, pero una que ya está en mal estado se dobla en curva sin tronar y se siente aguada, lo mismo ocurre con el tronco de las hojas verdes e incluso con sus hojas, pierden color, se ven amarillas y ya no tienen estructura.

6. Ya tienen una semana en el refri

Guardaste todo, pero decidiste que estaban bien ahí y olvidaste la comida por más de siete días, ¡olvídalo, ya mejor tírala! De acuerdo con la FDA, las sobras de comida que tienen una semana en el refri ya no sirven. Para los alimentos congelados, si han estado más de tres meses en este espacio y presentan escarcha, es probable que no estén en buenas condiciones.