¿Qué le pasa a tu cerveza cuando la pones en el congelador?; aquí te explicamos por qué es mala idea

Con estos días tan calurosos, no se puede pensar mucho en nada. Y si nunca te ha pasado, es más o menos cuando tu cerebro se queda en blanco y no sabes qué es lo que quieres o cómo puedes hacer algo que no te aburra y sea más de lo mismo, pero por fortuna, una de las sustancias más efectivas para relajarnos y desinhibirnos, es el alcohol, porque ya sabes, èse traguito al final o a mitad de semana siempre hace falta para despejar a nuestras neuronas. 

Aunque el alcohol no es la solución de nuestros bloqueos mentales, la verdad es que no es verdad, pero a veces ayuda bastante. Por esta razón, sucumbimos ante la tentación, ya que en ocasiones sólo queremos desahogarnos de alguna manera y como no somos emocionalmente responsables, necesitamos alcohol para que podamos echarle la culpa de lo que queremos decir y por si las cosas no salen como queremos. 

Por eso son tan famosas las chelitas para ir a platicar con los cuates, porque al calor de una plática y una cerveza, todo puede resultar sumamente mejor y hasta las soluciones pueden fluir de mejor manera, por esa razón, peeero, ¡no nos negarás que a ti te gusta la cerveza fría, bien fría! La verdad es que de otra manera pensamos que no sabe tan rica o por lo menos no igual a lo que nos la imaginamos. 

¿Por qué no es buena idea meter las cervezas al congelador?

Tener cervezas frías es algo que todos deseamos sobre todo cuando hay invitados en casa. Ya sabes, esos amigos que vienen a ver la champions league, o con los que nos vamos de viaje a la playa. La verdad es que siempre hay momentos en los que compramos las cervezas y para que no se "calienten o entibien", pues se nos ocurre la brillante idea de meterlas al congelador. Esto aparentemente es genial, pero desafortunadamente lejos de beneficiar, perjudica. 

De acuerdo con un estudio publicado en el Reino Unido, cuando metes las cervezas al congelador, lo que ocurre es que para empezar, se tarda en congelar, porque esto ocurre a un ritmo mucho más lento que el agua, debido a que la temperatura de congelación del alcohol es más baja que la del agua. Además, el contenido de azúcar, también reduce el punto de congelación. 

Hasta ahí, todo cool, pero lo malo o "feo" viene después, ya que se descongela, pues si habrás observado, al sacarla del congelador, los cristales de hielo que tiene, son casi puramente agua. El asunto con esto es que el alcohol y el agua pueden separarse cuando congelas una cerveza. Las que están medio congeladas tendrán una concentración de alcohol mucho mayor. Mientras el agua se congela, el alcohol permanece por más tiempo. Además, tu cerveza puede volverse estéticamente desagradable después de descongelarse debido a la neblina y las escamas. También puede tener un sabor diferente.