¿Sabes cómo elegir un atún perfecto? te damos estos sencillos consejos para lograrlo

Creo que algunas de las primeras enseñanzas gastronómicas que tuve de niña, fue distinguir cuando un alimento estaba en mal estado, ya sabes, por aquello de la intoxicación. 

Y el siguiente paso en la edad adulta fue, aprender a comprar alimentos, principalmente proteínas, que tuvieran la calidad necesaria y el tiempo de vida adecuado para poder consumirla sin ningún peligro.

Dentro de ese tema, hay diferentes tipos de especialidades por así decirlo, y el día de hoy te voy a dar unos breves consejos para saber elegir un pescado, y más específicamente, atún fresco.

Color

Los pescados frescos no son muy coloridos, sin embargo la carne tiene que ser de un color saludable, en el caso del atún, tiene que tener un color rojo brillante, con ligeras vetas blancas de la grasa que tiene el animal naturalmente. Este veteado es casi tan importante como el de una proteína animal terrestre.

Aroma

Esto es básico, quizá un poco obvio, pero no hay que olvidarlo nunca. El aroma característico de un pescado en buen estado es agradable, por el  contrario el aroma de un pescado en mal estado es sumamente penetrante y desagradable. Sucede lo mismo con el atún. 

Textura

Cuando un alimento está en mal estado, algo que cambia considerablemente es la textura, en el caso de los pescados y el atún, la carne se vuelve blanda, incluso llegando al puré y esa es una señal inequívoca de que ese alimento ya no es apto para consumirlo. 

Por otro lado, si al tocar el atún se siente babosa o se separan las lajas que conforman su estructura, eso quiere decir que ya no está tan fresco.

Tiempo

Cuando consumes pescado o  atún congelado, es importante cerciorarse de la fecha de congelación, teniendo como máximo 3 meses, más de eso, la congelación puede empezar a mermar la calidad del alimento y comenzar a desnaturalizar la proteína, dando como resultado un atún de baja calidad. 

Empaquetado

Si el pescado o el atún está empaquetado al alto vacío, revisa que esté perfectamente sellado, pues cualquier fuga de oxígeno propicia la multiplicación de bacterias que descompondrá tu alimento rápidamente.

Y con estos sencillos tips, puedes asegurar el éxito en la elección de los alimentos.