Seguramente habrás escuchado que la miel es un alimento bastante resistente y es verdad, este ingrediente puede durar mucho tiempo en tu alacena, pero, ¿alguna vez te has preguntado si la miel de verdad se echa a perder? nosotros te contaremos si esto es posible y cómo puedes darte cuenta si tu miel está en buen estado o es segura para que la sigas consumiendo
Color y textura
Muchas veces al tener miel durante mucho tiempo en nuestra la alacena, esta puede adquirir una textura y color diferente al que tenía cuando la compramos, es muy común que la miel adquiera un color más oscuro y desarrolle cristales de azúcar al pasar demasiado tiempo nuestra cocina, sin embargo, estos no son signos de que la miel está en mal estado, solamente se ha cristalizado y es un proceso natural que puede sucederle a este alimento.
La miel, un alimento milenario
Respecto a la miel en mal estado, lo primero que debes de saber es que la miel no se echa a perder en las condiciones adecuadas; aunque parezca algo extraordinario las características de este alimento la hacen bastante duradera e incluso se han llegado a encontrar hallazgos de miel preservada por miles de años y en buen estado, es por eso que se dice que la miel no puede echarse a perder.
Adiós bacterias
Las características que permiten que la miel sea tan resistente comienzan con su baja humedad, su baja acidez también contribuye a esto e incluso se le atribuyen propiedades antibacterianas, todas estas características evitan que se forme el ambiente ideal para que se desarrollen las bacterias, por lo que es muy difícil que la miel llegué a estar en mal estado.

¿Cómo almacenar la miel para mantenerla en buen estado?
Sin embargo, no es imposible que nuestra miel se estropea, aún a pesar de que la miel es un alimento que no se echa a perder si la cuidamos y almacenamos de forma correcta, puede ser algo bastante común que el que, al almacenarla destapada, en lugares nada adecuados, este alimento desarrolle bacterias, sobre todo si se trata de miel adulterada, no obstante si la miel mantiene un color uniforme, una textura homogénea y la has guardado herméticamente en un lugar fresco y oscuro, entonces lo más probable es que este en buen estado y puedas seguirla consumiendo.