Estamos a sólo unas horas del Día de la Candelaria y es en esta festividad cuando más consumimos tamales, porque hay que aprovechar que cumplen o cumplir con los tamales prometidos desde el 6 de enero, que partimos la clásica Rosca de Reyes. Si no entiendes la relación, posiblemente no profesas la religión católica o simplemente te falta un buen barrio o familia que te obliguen a partir el pan cada principios de enero.
El 2 de febrero se celebra el Día de la Candelaria, de acuerdo al calendario católico y es cuando se tiene que compartir tamales si es que nos salió el Niño Dios en la Rosca de Reyes del pasado 6 de enero. Y es que en México existen al menos 500 tipos de tamales (más los que se vayan acumulando según las variedades), es decir un abanico muy grande de posibilidades. Sin embargo, no saben igual sin la bebida que los ha acompañado durante tantos años: El atole.
En la Ciudad de México es bastante común encontrar los puestos o triciclos de vendedores de tamales con unas buenas vaporeras de atole, que tiende a ser champurrado. Sin embargo, a veces también tienen de diferentes sabores, como fresa y nuez. Sabemos que es una bomba de calorías, pero la experiencia de comerlo al menos 1 vez al mes, lo vale. Además te dará tanta energía, que no te dará hambre hasta horas después, de lo satisfecho que te hace sentir.
¿El atole es con agua o con leche?
La palabra atole viene del náhuatl atolli, que significa 'aguado', de atl agua y tol, un diminutivo despectivo. Originalmente se preparaba con agua, pero gracias a la llegada de los españoles, empezó a hacerse con leche también. Los sabores más comunes en la actualidad son: fresa, vainilla, chocolate, guayaba, piña, zarzamora, ciruela, mango, coco, canela, nuez y queso. Antiguamente se endulzaba con piloncillo, azúcar o miel.
Sabemos que hoy día, nos encanta el atole con leche, pero cuando por alguna reacción alérgica por intolerancia o indicación médica no podemos consumir leche, siempre podemos recordar que existe la receta original a la que podemos regresar para no quedarnos con el antojo. Es una experiencia que muchos amamos y de hecho la preferimos a consumir la bebida láctea, porque sabe ligeramente menos denso.
Muchos creen que lo cremoso y el cuerpo del atole es gracias a la leche, pero esto no necesariamente es cierto, pues la masa de maíz, con la que se elabora, le da cuerpo y cremosidad. Esto es un secreto y técnica milenaria que se usaba para hacer el atole, aunque hoy en día se prepara con harina de maíz o con fórmulas lista para hacer. Sin embargo, hoy compartiremos contigo este truco para que hagas un atolito cremoso ¡sin leche!
Ingredientes
- 100 gramos de masa de maíz o la que requieras según la cantidad de atole que prepares(Puede ser de la de las tortillas)
- Agua tibia
¿Cómo se prepara?
Antes de agregar la masa, dilúyela en agua hasta tener una textura tersa, después pásala por el colador para quitar los grumos.
¡Listo! Ahora puedes seguir cualquier receta de atole.