Así puedes usar la sal para quitar las manchas de aceites a tu ropa

Uno de los momentos más agobiantes que puede existir es cuando te manchas la ropa y peor tantito si se trata de aceite, el enemigo número uno de la ropa blanca y de cualquier color. Sobre todo, porque es bien complicado de que nuestra ropa regrese a su estado original, que le permita estar sin manchas y lucir tan hermosa como siempre.

Quitar las manchas de nuestra ropa es una tarea que parece muy difícil de lograr y justo por eso es que hacemos un gran drama cuando estamos cocinando o comiendo y nos salpicamos la blusa de algo con grasa. Del color que sea, da mucho coraje, porque sabemos que en un futuro próximo ya no volverá a ser igual, porque la grasa se adhiere al algodón o cualquier tela, con relativa facilidad, pero no se quita con tal. 

Aunque la mayoría de las manchas son superficiales y suelen quitarse al pasarla fibra con algún detergente, también puedes ensuciar prendas y superficies con manchas difíciles de quitar, como las del mole o algún pipián, por ejemplo. Sacar las manchas del aceite es una tarea complicada, que pareciera que se intensifica cuando la suciedad se genera en la ropa, puesto que las fibras de la tela absorben la grasa.

¿Cómo quitar las manchas de aceite de tu ropa?

Pensaríamos que para lograr sacar el aceite y desmanchar la ropa, suele ser necesario tallar arduamente, lo que genera fricción, provocando que la tela se desgaste y deslave, lo cual da una mala apariencia. Y como no queremos eso, queremos compartirte un método que te evitará arruinar las prendas y además es con un ingrediente que sí o sí tienes en la cocina de tu casa. 

El aceite, pese a que es una de las sustancias más difíciles de retirar, cede ante este remedio, que tiene a la sal, como protagonista, gracias a que es un poderoso elemento que puede absorber la humedad de cualquier sustancia, entre las que el aceite se encuentra, por lo que a muchas personas les ha funcionado esto y tú podrías ser una de las beneficiadas al aplicar este remedio.

Para lograrlo, basta con poner un poco de sal sobre la mancha y luego frotar suavemente. Luego tendrás que ver cómo la consistencia de granos va cambiando, mientras que el aceite va saliendo de la ripa. Para lograr eliminar por completo, lo más recomendable es sumergir la zona afectada en agua tibia para terminar de enjuagar.