Si tu lata de atún tiene estas características, no la consumas por seguridad

Las latas de atún son ése envase que parecería invulnerable, porque encapsulan al producto y además parecen difíciles de averiarse, pero definitivamente como todo lo que existe en el mundo, puede correr un riesgo de averiarse y de causarle algunos estragos al alimento, en el peor de los casos y en el mejor sólo averiar el empaque. 

Sin embargo, de acuerdo con los especialistas, cuando consumes alimento de las latas golpeadas, perforadas o infladas, podrías correr riesgos de distintas índoles, debido a que podrían liberar algunas toxinas dañinas para el organismo, capaces de provocar bacterias, parásitos y virus, de acuerdo con información del IMSS y Conacyt. 

Una lata de atún o cualquier otro alimento, mal conservada, podría provocar hasta botulismo, una enfermedad gastrointestinal que puede originarse por el consumo de productos enlatados mal conservados, generada por las toxinas que crecen en ambientes de poco oxígeno. Algunos de los síntomas pueden ser: Diarrea, vómito, náuseas, dolor abdominal intenso, dificultad para respirar, visión doble y hasta fiebre, según el caso. 

Por eso, lo mejor es evitar el consumo de producto que esté en latas, abolladas, perforadas o infladas, donde básicamente está el riesgo latente de que puedas enfermar y por esta razón, los expertos recomiendan abstenerse de su compra o consumo, para que no te enfermes, pero de manera más específica, esto es lo que pasa cuando consumes alimento enlatado en alguno de estos estados. 

1. Lata abollada

Según el Conacyt, una lata está conformada por varias capas de materiales metálicos y recubrimientos orgánicos internamente, pero si ha sido golpeada, lo que puede ocurrir es que las capas internas se hayan roto, por lo que perdería su capacidad de proteger y conservar el alimento en buen estado y por eso es recomendable evitarla.

2. Lata inflada

Según el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), cuando los alimentos están mal procesados, pueden contener microorganismos, que son capaces de proliferar dentro de la lata, por lo que se produce dióxido de carbono, que acaba hinchando el envase y entonces la lata se hincha, lo cual significa que consumirla es casi certeza de un peligro. 

3. Lata perforada

Según la Cámara Nacional de Fabricantes de Envases Metálicos (CANAFEM) una lata perforada implica un riesgo para la salud, porque se rompe la hermeticidad y esterilización del producto, lo cual podría ocasionar algún problema de salud. Así que si te topas con esto lo mejor es no consumir el alimento y reportarlo a la compañía responsable de la marca.