Así puedes aprender a fermentar tus propios vegetales en la comodidad de tu casa

Aprender a fermentar vegetales y hortalizas es uno de los procesos más simples que se pueden realizar en casa. Desde hace ya muchos años esta practica era utilizada para preparación y conservaciones de alimentos.

La fermentación de alimentos es el proceso de oxidación incompleta, por el cual se descomponen sustancias orgánicas que no requiere oxígeno, como resultado final es otro compuesto orgánico. Durante este proceso se crean microorganismo como bacterias, levaduras y hasta moho, sin embargo, la presencia de estos microorganismos no suelen ser perjudiciales para la salud.

La fermentación de alimentos aporta grandes beneficios pues no pierden sus nutrientes y ayudan a enriquecer la flora intestinal, conservan el sabor de los alimentos e incluso pueden potenciarlo, ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, el proceso de fermentación incrementa la presencia de vitaminas y antioxidantes. Aquí te contamos cómo puedes prepararlas en casa y gozar de todos sus beneficios. 

Proceso casero de fermentación de alimentos

Puedes utilizar diferentes tipos de vegetales como: col, brócoli, zanahoria, pepinillos, ejotes, cebollas, pimientos, en general puedes elegir el vegetal que tú desees. Una vez que has elegido la verdura de tu gusto, lávala sin retirar la cáscara en el caso de los pepinillos o zanahorias. Corta el vegetal, el tamaño tiene que ser adecuado para almacenar en frascos de vidrio. Puedes optar por cortes medianos y en tiras.

Prepara una salmuera, es decir en un recipiente coloca una cucharada de sal marina por medio litro de agua hervida. Esta preparación se usará más adelante.

En un frasco lavado y esterilizado coloca especias como orégano, pimienta, ajos, laurel, puedes utilizar otras hiervas aromáticas de tu preferencia, coloca en el frasco las verduras ya cortadas y finalmente agrega agua con sal, la preparación que realizaste anteriormente. Realiza presión para que la verdura se asiente y pueda salir su jugo, el agua debe rebasar a los vegetales, de ser necesario agrega un poco más de líquido. Tapa y deja reposar.

Deja reposar e temperatura ambiente en un espacio donde no reciba luz solar, cada 24 horas destapa el frasco para que salga un gas, cierra y deja reposar nuevamente. Este proceso debe ser de cinco días.

Al quinto día ya puedes refrigerarlo por dos días y después ya lo puedes consumir. La aparición de espuma es totalmente normal así como el moho, se recomienda retirarlo con un paño y volver a sellar durante el proceso de fermentación.