¡Sí se puede lavar el pollo! Este es el secreto para lograrlo, según la ciencia

Desde hace mucho tiempo se ha hecho alusión a que lavar el pollo podría ser de los peores errores que podrías cometer en la cocina, principalmente cuando está crudo, porque sería una práctica que conduciría a que las bacterias se propaguen a diversas áreas como el lavabo o utensilios de cocina y se contaminen.

Algunos consejos también aseguran que la mejor opción es llevarlo directamente a cocción, siendo está la manera más propia de descontaminar estos productos y volverlos seguros para todas las personas que los consumen, evitando así contraer alguna enfermedad transmitida por los alimentos.

Sin embargo, lavar el pollo sigue siendo una práctica sumamente común en las casas mexicanas, no solo porque se tiene aún la idea de que esto puede ser bueno para tu proteína, también porque ha sido un hábito que se ha pasado de generación en generación. Pensando en todo esto, se ha estudiado un poco más a fondo y un grupo de investigadores hicieron un estudio para confirmar que las bacterias del pollo crudo determinaron cuáles era los factores para evitar que se contamine tu área.

¿Cuál es la manera ideal para lavar el pollo?

Si eres de las personas que sigue haciendo está práctica, no te preocupes que no hay necesidad e infectar tus utensilios o elementos, porque podría existir una solución perfecta para ello. De acuerdo al estudio compartido por Physics of Fluids, deberás tener en cuenta dos puntos: el flujo de agua y la flexibilidad al pollo. De esta manera, se impedirá el estallido de agua sobre el pollo, preferiblemente cuando se abre la llave del agua poco a poco y se mantenga un chorro constante.

De igual manera, la altura del grifo es un factor importante, ya que a mayor distancia entre el chorro de agua y la superficie de pollo, las salpicaduras contaminantes alcanzan áreas más alejadas de la cocina y durante el experimento, los investigadores observaron que cuando la altura del grifo tenía unos 40cm de distancia, las salpicaduras de agua alcanzaron a contaminar áreas que se encontraban a 22cm del fregadero. Sin embargo cuando la altura era de 15cm, la contaminación se redujo a superficies cercanas.

Por último, aconsejan que se eviten los tiempos prolongados de lavado para minimizar las salpicaduras contaminantes de agua y cuando los hagas, deberás lavar y desinfectar muy bien las superficies o utensilios cercanos al fregadero para evitar que se haga contacto y prevenir las enfermedades.