Cómo hacer para que la pechuga de pollo no te quede seca al cocinarla

Es muy común que al cocinar pechugas de pollo estás pierdan su humedad natural y queden secas. Métodos como el asado, la fritura, el horneado, el rostizado o incluso la cocción al agua pueden ocasionar que nuestra pechuga quede muy seca, ya que este tipo de carne se considera magra, es decir casi no tiene grasa que pueda aportar humedad durante la cocción, no obstante, hay formas fáciles de asegurar que nuestra pechuga de pollo permanezca jugosa después de cocinarla, solo sigue estos consejos. 

Usa limón

Aplicar limón a nuestro pollo antes de cocinarlo puede ayudarnos a mantener un poco de la humedad natural de la carne en ella, los ácidos de este ingrediente pueden desnaturalizar las proteínas superficiales del pollo que nos ayudarán a mantener la humedad una vez que sometemos la carne a cualquier método de cocción, esto por supuesto puede modificar el sabor final de tu receta pero siempre puedes utilizarlo con aquellas preparaciones que tengan toques ácidos entre sus ingredientes. 

Usa suero de leche

El suero de leche también puede aportar humedad a tu pollo y puede lograr darnos un platillo bastante sabroso sí antes marinamos nuestra carne en este ingrediente, puedes prepararlo fácilmente agregando una cucharadita de vinagre a una taza de leche y dejando reposar está mezcla por 15 minutos, después baña tu pechuga en ella y deja reposar por una hora antes de cocinar, verás como queda delicioso. 

Cocina con la marinada

Aunque marinar un pollo puede traer bastante sabor a la carne, no siempre nos asegura que nuestros platillos salgan jugosos, por eso es importante utilizar los ingredientes adecuados para preparar las marinadas. Una forma muy fácil de mantener la humedad en esta carne es utilizando lácteos como el yogur o la crema para realizar una salsa y con ella marinar tu pollo, a la hora de cocinarlo no retires esta mezcla y cocina con la marinada incluida para obtener un plato jugoso y lleno de sabor.