¿Cómo caramelizar la cebolla sin azúcar?; aquí te decimos un truquito

El sabor de la comida no sería lo mismo sin la cebolla, porque esta última es uno de los más grandes sazonadores, que no escapan de él ni en el Palacio de Buckingham. Y es que la cebolla francamente es deliciosa, sobre todo cuando se carameliza, pues le da otro sabor, que nunca imaginamos a nuestros tacos, a ése guisado, carne o prácticamente cualquier cosa que decidas hacer con ella.

La cebolla es una gran fuente de fibras solubles, que ayudan a cuidarnos de las enfermedades cardiovasculares, como las insuficiencias cardíacas, infartos y presión arterial alta. Contiene además hasta 11.5%  de la dosis diaria de vitamina B6 en tan solo 100 gramos. Esto las convierte también en una buena opción para desarrollar funciones cognitivas y nerviosas. Además, nos aporta calcio y manganeso, dos minerales esenciales para la vida. 

Además de todas sus propiedades nutricionales, la cebolla tiene un montón de maneras de prepararse. Hay quienes la cocinan sofrita, hervida, horneada o que la comen cruda, pero realmente todos sabemos que cuando la caramelizamos, adquiere un sabor digno de probarse por cualquier deidad. Por esa razón, muchos de nosotros sucumbimos ante la tentación de elaborar algo así, especialmente si queremos hacer una taquiza. 

¿Dónde usar cebolla caramelizada?

Hay que saber, que la cebolla caramelizada requiere un proceso de elaboración de unos  treinta a cuarenta minutos de lenta cocción mediante salteado en sartén (a veces alcanza una hora). La cebolla contiene azúcares naturales que mediante el lento salteado van logrando poco a poco el color marrón típico de la cebolla caramelizada. Además de la carne, también se suele usar para decorar algunos platos veganos.

Para la preparación del plato se cortan muchas cebollas en forma de brunoise o juliana y posteriormente se sofríen lentamente en mantequilla o cualquier aceite vegetal (como puede ser el aceite de oliva). Se emplea en su elaboración una sartén ancha para que la cebolla esté en contacto con la superficie caliente de la misma. La mantequilla, o los medios grasos empleados, sirven para favorecer la exudación de los azúcares propios de la cebolla durante el lento salteado.

Sin embargo, el azúcar no es el único ingrediente que se usa para lograr esta textura y efecto, pues se puede lograr incluso con menos ingredientes de los que creíste y por eso, hoy decidimos compartir contigo el truco para caramelizar una cebolla sin necesidad del edulcorante, pues todo depende de nada más y nada menos que de la técnica y de los ingredientes que ahora mismo te vamos a mostrar. 

Ingredientes

• 1 cebolla
• Aceite de oliva virgen extra
• Sal al gusto

¿Cómo se prepara?

1. Corta la cebolla en juliana, sin que queden tiras ni muy finas ni demasiado gruesas. Haz un corte por la mitad de los trozos para que no sean demasiado largos.
2. A la hora de calcular las cantidades, hay que saber que la cebolla perderá agua durante el cocinado y reducirá mucho, por lo que es aconsejable utilizar el doble de cebolla de la que visualmente busquemos obtener.
3. Echa aceite en una sartén hasta que cubra el fondo y encendemos el fuego a nivel medio-alto. Cuando comience a tomar temperatura, añade las tiras de la cebolla, intentando que no queden unas sobre otras.
4.  Remueve unos pocos minutos antes de bajar el fuego a un nivel bajo, que mantendremos hasta el final. La cebolla caramelizada estará lista en una hora y media, aproximadamente.
5. Durante el proceso, hay que remover de vez en cuando las tiras para que se cocinen completamente y de manera uniforme por ambos lados.
6. Poco a poco, verás cómo las tiras de cebolla se van dorando, para que después adquiera la tonalidad de caramelo que da nombre a la guarnición, mientras la textura va cambiando hasta convertirse en un bocado meloso.