EL mes patrio ya ha comenzado y con él, se sienten cerca las celebraciones y comidas por el Día de la Independencia. Si hay algo que no puede faltar en esas ocasiones, son las salsas mexicanas; especialmente el guacamole.

Conocido por ser uno de los platillos básicos dentro de la cocina mexicana, es ideal para disfrutarse como complemento de una rica botana, garnachas, carne, tacos de asada y hasta unos burritos. Así que si estos días estás alistando todo para preparar el tuyo desde casa y gozar con su sabor de las fiestas mexicanas, aquí te van algunos datos que debes conocer para prepararlo correctamente. 

La palabra guacamole proviene del náhuatl Ahuacamolli, un combinación de las palabras  ahuacatl (aguacate) y molli (mole o salsa), lo que significa salsa de aguacate o mole de aguacate. Durante sus primeras apariciones, el guacamole no era preparado como ahora lo conocemos, sino que estaba hecho a base de aguacate machacado, agua, limón, tomate y chile, mismo que fue evolucionando con el paso de los años. 

Los estudiosos de la gastronomía prehispánica, señalan que de acuerdo a la mitología, el dios Quetzalcóatl fue el primero en ofrecer esta receta a su pueblo, quienes la fueron difundiendo por toda la zona Mesoaméricana, localizada en el este y centro de México y Guatemala. Los expertos señalan que incluso para los aztecas el aguacate contaba con algunas connotaciones eróticas, por lo que las mujeres no podían recolectarlos ya que estaban asociados como un símbolo de masculinidad relacionada a los testículos. 

Evita estos errores comunes al preparar guacamole

1. No lo prepares con días de antelación: Pensando que el ingrediente principal de esta guarnición es el aguacate, una fruta que se caracteriza por teñirse de tintes oscuros al oxidarse fácilmente, lo mejor es preparar el guacamole justo unos minutos antes de servirse. 

Y es que si bien es cierto, que este proceso no altera ni sus propiedades ni su sabor, la apariencia si puede ser significativa para muchos, además de que parte del encanto de esta salsa es el color verde, uno de los de nuestra bandera. 

2. ¿Usar la licuadora? ¡Jamás! Un buen guacamole necesita una consistencia y espesor determinado que podría perder con facilidad al molerse en licuadora. Lo más recomendable para elaborar ésta y cualquier otra salsa es usar molcajete, pero si no cuentas con uno, siempre estará la opción de picar y aplastar a mano con los utensilios que poseas. 

3. Es mejor evitar excesos: Esto aplica específicamente para el limón que, volviendo al tema de  la oxidación, es uno de los ingredientes que más podría acelerar dicho proceso e incluso alterar severamente el sabor. Las recetas tradicionales suelen incluir la medida ideal, pero en Gastrolab recomendamos un cucharadita por cada dos aguacates. 

4. Aprende a conservar: El tema de la importancia de aprender a conservar es algo de lo que hemos hablado incontables veces, pero en el caso del guacamole, una salsa que puede ir bien con todo, no está de más repetirlo. Para evitar nuevamente la oxidación, es bueno usar tuppers de plástico con tapa y papel film para evitar aire.