Aceite de Laurel: ¿Cuáles son sus beneficios y cómo puedes usarlo?

Las hojas de laurel son más antiguas de lo que tú pudieras imaginarte. Si Cristo ya las portó en su cabeza, imagínate que antes ya se usaban. Tiene muchísimos años y es un arbusto o árbol, pero pertenece a la familia de las lauráceas, a la que da nombre. Es originario de la zona Mediterránea y sus hojas se utilizan para remedios y en la cocina. 

De acuerdo con el cronista Francisco Hernández, durante la segunda mitad del siglo XVI, los indígenas curan con su sahumerio la parálisis, alivian el cansancio y la epilepsia de los niños y a inicios del siglo XVIII, Juan de Esteyneffer lo usa para enfermedades frías de la cabeza, contra la perlesía, hidropesía, ascitis, anasarca, y lombrices. Para el momento en que tú lo conociste, seguro ya se habían popularizado sus infusiones para curar los malestares estomacales.

Frecuentemente, las parteras también recomendaban su uso en baños de temazcal, para quitar el frío después del parto y los otomíes las usaban para extraer el aire de la matriz que quedó atrapado durante el parto, para reducir el dolor y la hinchazón de la matriz. Los tzotziles lo consideran una planta caliente  por lo que lo suelen usar también para vaporizaciones e infusiones. Su ingesta se acompañaba con rezos por parte del curandero. 

Usos y beneficios del aceite de laurel 

Más allá del carácter nutrimental que tienen estas hojas, como los antioxidantes que se utilizan para reducir los síntomas de enfermedades respiratorias, como gripe, faringitis y bronquitis; eliminar toxinas del organismo, reducir la presencia del ácido úrico y mejorar la salud circulatoria y hepática, también cuentan con algunas propiedades que se usan sobre todo cuando con ellas se hacen algunos aceites de laurel. 

El aceite de laurel es una sustancia que se utiliza muchísimo en la aromaterapia, debido a que tiene propiedades sedantes, digestivas y diuréticas. Por ello, a menudo es un ingrediente importante en cremas antisépticas y antiinflamatorias de uso tópico para la piel, así como de perfumes y otros cosméticos. Sin embargo tiene otros usos.

Un aliado para el cabello y la piel 

La esencia aceitosa hecha con hojas de laurel, además de usarse con fines de aromaterapia, también ayuda a controlar la caída del cabello, cuando se aplica en el cabello. Incluso ayuda a prevenir la caspa, aporta brillo a las fibras capilares y ayuda a ahuyentar los piojos que se llegaran a formar en la cabeza. 

Pero si buscas cómo evitar el acné, el aceite de laurel en cantidades  moderadas es la solución, ya que ayuda a evitar el resurgimiento del acné debido a propiedades antisépticas, antimicrobianas y antiinflamatorias.