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¿Cómo se limpia y prepara la langosta? Te explicamos paso a paso 

Para algunos cocineros amateurs limpiar este tipo de crustáceo puede resultar todo un reto, ya que el exoesqueleto no es muy fácil de trabajar, sobre todo con cubiertos comunes
domingo, 26 de septiembre de 2021 · 15:16

Para algunos cocineros amateurs limpiar este tipo de crustáceo puede resultar todo un reto, ya que el exoesqueleto no es muy fácil de trabajar, sobre todo con cubiertos comunes. Sin embargo, si sigues los pasos adecuados, lograrás obtener toda su carne y no desperdiciar este manjar del mar. 

Lo primero es matar la langosta. Hay quienes las meten a hervir vivas, pero lo más compasivo antes de cocinarlas es matarlas incrustando un cuchillo entre la unión de la cabeza y el cuerpo.  

Lo siguiente es extraer las tenazas. Para ello, retuerce hasta que se desprendan o si el caparazón es muy duro utiliza unas tijeras o el mango de un cuchillo pesado para romperlas. Retira la carne. 

Ahora, retira la cola. Con cuidado desenróllala y trata de aplanarla. Retuércela y jala la cola poco a poco, hasta que la carne se desprenda por completo.  

Sigue limpiándola limpiando el abanico de la cola de la langosta, que pueden tener el aspecto de “aletas”. Retíralos con un cuchillo filoso o jalando hacia arriba. Dentro de ellas hay muy poca carne.  

Retira la carne de la cola. Cuando hayas quitado el abanico, habrás dejado un agujero, con ayuda de un tenedor empuja la carne hacia el otro extremo. 

Es muy importante no dejar el tracto intestinal, identificarlo es fácil, ya que es la vena oscura que atraviesa toda la langosta, retírala con cuidado y llévala a la basura.  

Recuerda que la cola y las tenazas contienen la carne más rica de la langosta, no dejes de retirarla. También es importante retirar la carne que está dentro de las patas de la langosta, puedes utilizar un rodillo para sacar toda la carne

Yendo hacia la cabeza, quita el llamado “saco de arena”, el cual se encuentra debajo de los ojos, es de aspecto grumoso. El hígado es otro órgano que no a muchos les gusta conservar. Si la langosta está cruda podrás identificarlo por su color gris, mientras que si la langosta ya está cocida se verá rosáceo.  

Para finalizar, extrae la carne alrededor de las costillas de la langosta y desecha los caparazones. Puedes aprovecharlos para elaborar un caldo o una sopa de langosta. 

Una de las preparaciones más comunes es mojándola en mantequilla derretida, justo antes de su consumo.  

 

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