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Los 6 errores más comunes que cometes al preparar tu té negro
El té negro tiende a volverse muy amargo si no se prepara correctamente, no cometas estos erroresEl té negro es una variedad del té verde, con la particularidad de que se encuentra más oxidado que éste y que el rojo, por lo que posee un aroma más fuerte y mayor concentración de cafeína. En China se conoce como té rojo debido a que al infusionarse se obtiene un líquido rojizo y se distingue del que nosotros conocemos como té rojo al que ellos nombran Pu-erh.
El té negro comenzó a prepararse durante la dinastía Tang para teñir telas, pero en el sigo XIX comenzó tener más popularidad su consumo que el té verde. Actualmente es uno de los más buscados en Occidente, debido a que hay sabores ahumados, afrutados, florales o cercanos al cacao, pero para mantener esa misma sensación en el paladar es importante prepararlo correctamente.
Hacerlo no representa un gran reto, pero sí hay que tener en consideración algunos detalles que son importantes para que el sabor de tu té negro se mantenga y sea una bebida que disfrutes y no que aborrezcas por un sabor amargo o astringente. Para evitarlo, te contamos los 6 errores más comunes que cometes al momento de preparar un té negro, si los evitas verás que obtienes una bebida maravillosa.
Errores al preparar un té negro
1. Pusiste más o menos té
Poner mayor o menor cantidad de té puede dar como resultado un té de sabor muy concentrado y por lo tanto demasiado amargo, o uno tan sutil que no sepa a nada, aunque con el té negro es más seguro que el sabor se vaya a lo amargo si no lo preparaste bien. También dependerá mucho de la presentación que elijas, pues no es lo mismo en sobre que a granel.
2. No consideraste si es de bolsita o a granel
Si vas a comprar té negro en bolsita, los especialistas en té recomiendan elegir el que tiene forma triangular, ya que éste permite la circulación del agua para extraer mejor los sabores y aromas. Si usas té en hebras o a granel, se recomienda elegir alrededor de 4 gramos de té negro por una taza de agua.
3. Dejaste que hirviera el agua
La temperatura del agua es sumamente importante en la preparación de tu té, debido a que las altas temperaturas extraen con mayor rapidez y en mayor cantidad las catequinas, antioxidantes que dan el sabor amargo al té, mientras que el agua tibia ayuda a extraerlas en menor cantidad, pero con una buena concentración para la salud. Los especialistas aconsejan usar agua entre los 80 y los 90 grados C.
4. Dejaste mucho tiempo infusionando el té
Ya sea en bolsita o en hebras, el té debe infusionarse por un tiempo limitado, ya que dejarlo demasiado tiempo en el agua provoca que se extraigan tantos antioxidantes que el sabor se vuelve amargo. Para conseguir ese balance de aroma, sabor y saturación, lo más recomendable es dejar el té entre 3 y un máximo de 4 minutos para el té negro.
5. Quedaron hojas de té sueltas
Si preparas el té en una tetera o en una taza, pero usas el té a granel es muy posible que al no usar un infusor queden algunas hojitas sueltas, lo que provocará que se vuelva una bebida amarga y astingente. Usa siempre un infusor o cuela la infusión antes de servir, para evitar que esto pase.
6. Usaste un infusor muy pequeño
Como ya comentábamos antes, el té necesita espacio para que el agua circule entre las hojas y así se liberen bien sus sabores, pero si seguiste todos los consejos y además usaste un infusor demasiado chico donde quedó poco espacio para que esto ocurra, el sabor podría no ser el mejor. Lo más recomendable es usar un infusor en el que las hojas de té se expandan 3 a 5 veces su tamaño.