¿Eres una de las personas que al encontrarse con frutas con algunas manchitas oscuras en la cocina las tira? Lamentamos decirte que no solo te estás perdiendo de varios beneficios saludables, sino que también podrías estar contribuyendo al problema mundial del desperdicio de comida. No te preocupes, aquí te enseñaremos cómo frenar con este hábito.

Para empezar, cabe destacar que aunque puede que ese oscurecimiento no luzca tan apetecible, en realidad es señal de propiedades benéficas para el cuerpo humano. Según investigaciones científicas, las cáscaras de frutas con manchas poseen una sustancia denominada ‘Factor de Necrosis Tumoral’, un compuesto que puede ayudar a la generación de células blancas, esenciales para nuestro sistema inmunológico.

Y aunque es cierto que con el paso del tiempo las frutas pueden ir perdiendo sus cualidades, no debemos olvidar que muchas son ricas en calorías, potasio, fibra, vitamina C y ácido fólico; por lo que lo ideal es aprovechar todas estas bondades antes de que se vayan por completo. 

No obstante, sabemos que muchas veces podría no ser del todo agradable comer la fruta natural en estas condiciones, por lo tanto, te compartimos 5 creativas ideas con las que puedes cocinar las frutas maduras sin necesidad de lucir su apariencia pero que sí te dejarán disfrutar de su delicioso sabor y beneficios, o bien, aprovecharlos en otras partes del hogar. 

5 FORMAS DE APROVECHAR LA FRUTA MADURA

MERMELADA

No existe mejor receta para aprovechar esos mangos, manzanas o frutos del bosque que lucen oscurecidos por su nivel de maduración que las mermeladas caseras. Toma en cuenta que la consistencia y espesor de la mezcla dependerán de factores como la concentración de pectina que tenga tu preparación.

La pectina es una fibra que se encuentra de manera natural en las frutas, concretamente en las paredes celulares de las plantas, y en la piel es donde encontramos la mayor concentración y funge como un espesante natural que al unirse con el azúcar y los ácidos de la fruta forma un gel. Las frutas que contienen una mayor cantidad de ésta son las manzanas, naranjas, mandarinas, arándanos, grosellas, uvas y membrillos; ¡así que no dudes en aprovecharlos!

NIEVES Y HELADOS

Si bien es cierto que el clima caluroso acelera la maduración y posterior descomposición de los alimentos, puedes combatir este problema y el de los días bochornosos preparando una exquisita nieve. Lo ideal de esta alternativa, es que puedes prepararla con casi cualquier fruta que se te ocurra. 

Recuerda que para hacerla primero deberás congelar la fruta para después licuarla con los ingredientes que desees agregar (queso, dátiles, chile en polvo, otros sabores de fruta, ¡o lo que prefieras!). Finalmente la llevarás nuevamente al refrigerador para lograr la consistencia deseada de un helado o nieve. 

ADEREZOS

Estamos en una temporada de calor en la que las comidas frescas y saludables como lo son las ensaladas siempre serán bienvenidas. Para acompañarlas, puedes añadir un toque aún más refrescante con algún aderezo elaborado con variedades de fruta. Piña, mango, fresas, melón; todas ellas servidas con un poco de miel o nueces le pueden dar un sabor diferente a tus comidas y ayudarte a aprovechar todo lo que tienes en la alacena. 

LICUADOS Y SMOOTHIES

Ahora, que si tú eres de los que prefiere bebidas energetizantes por la mañana o refrescantes para las tardes; también puedes aprovechar el sabor de todas estas frutas sin necesidad de ostentar su apariencia al transformarlas en licuados o smoothies. 

Al licuar ingredientes como el plátano, la papaya o la manzana con un poco de agua y otros alimentos que ayuden a la digestión como linaza o avena; puedes transformar cualquier fruta oscura en un manjar saludable. 

COMPOSTA

Ahora, si la fruta que tienes guardada es algo que no puedes comer porque ya se encuentra en estado de fermentación, puedes darle otra utilidad a sus nutrientes. Con ella y otros materiales orgánicos, puedes preparar una composta que te ayudará a tener un jardín o huerto orgánico vibrante. Solo tienes que preparar tu mezcla con papel, cáscaras o pedazos de fruta o pozos de café y posteriormente sellarlos en una bolsa de plástico.

Después de dejar que pasen unos días, vacía esta mezcla en un hoyo en la tierra de tus plantas y remueve. Verás cómo con el tiempo comienzan a verse los resultados.