Trucos fáciles para descongelar la carne ahorrando agua

Uno de los grandes aliados de la cocina, sin duda es el refrigerador y más concretamente el congelador. Es en su interior, que podemos guardar los distintos alimentos que tienden a ser más perecederos que otros y la verdad hoy día ya no concebimos nuestra vida sin él, porque gracias a esto es que conservamos los restos de la comida de anoche, o de hace más días, pero también lo que vamos a preparar. 

Todo iba muy bien en el avance humano hasta que empezamos a agotar los recursos naturales. Sí, eso de lo que fuimos advertidos desde que éramos niños ya está aquí y es nada más y nada menos que de la escasez de agua y su casi desaparición. Es por ello que si queremos ya ni siquiera salvar al mundo, sino sobrevivir en un futuro a mediano plazo, pues las noticias en cuanto al clima son cada vez más alarmantes. 

Por esta razón y después de una crisis sanitaria que nos hizo lavarnos las manos en periodos de tiempo cada vez más cortos, es que ahora tenemos que redoblar esfuerzos en cuanto al ahorro de agua. Esto quiere decir quitar esos pequeños "lujos" de los que hacíamos uso de ella como para descongelar la carne, por ejemplo. Todos recordamos que nuestra madre sumergía en agua caliente la carne o contenedores con ella hasta que se descongelara.   

"Saca la carne del congelador y remójala en agua caliente" Es uno de los consejos más comunes y populares cuando compramos carne en el supermercado, donde nos la dan envuelta en unicel y plástico, sin embargo, desafortunadamente seguir este método no sólo no es tan eficaz, porque nos deja la carne más húmeda de lo normal, además gasta más agua de la necesaria para cocinar. Agua que podría ahorrarse para otra tarea donde se requiera más. 

Es por eso, que el día de hoy hemos decidido compartir contigo algunos trucos para que puedas descongelar tu carne sin una gota de agua para que la ahorres de aquí al día menos esperado en que el mundo se quedará sin el vital líquido. Algunos de ellos son bastante sencillos y además de ahorrar agua, la carne no se empapará o humedecerá, arriesgando su consistencia a la hora de sofreírla o cocinarla de alguna otra manera. Así que ¡Toma nota!

Truco 1: Descongelamiento natural

Es más tardado, sí, pero también más efectivo. Aprovechando que estás en Home Office, puedes sacar la carne que vayas a utilizar cuando empiece tu jornada laboral para que a la hora de la comida, esté descongelada y la puedas maniobrar más fácil y tranquilamente. La ventaja de este procedimiento es que la carne no se moja o humedece de más y cocinarla es mucho más fácil que si tuviera excedentes de agua. 

Truco 2: Usa el microondas

Si tienes algo de prisa, puedes meter la carne congelada al microondas. Sin embargo, asegúrate de remover el unicel o plástico que a veces se tienden a quemar o pegar a la carne antes y con el calor, podrían liberar algunas sustancias tóxicas. Para lograrlo, si están  muy pegados estos materiales a la pechuga de pollo, por ejemplo, puedes meter el empaque de pollo unos 30 segundos o un minuto para que se ablande y luego ya metes la carne al microondas por unos 5 o 10 minutos. 

Truco 3: Ayúdate del sol 

Si a tu cocina le entra el sol, ¡Ya la hiciste! Saca del congelador la carne que vayas a utilizar y ponla ahí donde le da el sol. Déjala un rato como de unas 3 horas o 4 y cuando regreses, ya estará lista.