Tips para conservar la lechuga fresca, un vegetal muy utilizado en las ensaladas

Las hortalizas son parte indispensable dentro de la alimentación, pues brindan una gran cantidad de nutrientes que nos ayudan a mantener un buen estado de salud. Además, son de esos productos que no pueden faltar en tu refrigerador, pues su consumo es bastante común y más cuando hablamos de la famosa lechuga. Se trata de esta hortaliza que se consume durante todas las temporadas del año y que además tiene una gran demanda. Es rica en vitaminas como la A, B1, B2, C y E, aparte de que aporta una muy baja cantidad de calorías por porción lo que la convierte en un producto perfecto para mantener la figura.

Dentro de la lechuga, existen diferentes variedades de esta que se clasifican de acuerdo a su forma de crecimiento y la forma de sus hojas principalmente. Estas se dividen en dos grandes grupos que son las romanas y las arrepolladas. La romana se caracteriza por tener las hojas más largas que su ancho y es una de las más  consumidas. Por otro lado, la lechuga arrepollada la forma de las hojas es casi tan larga como ancha. Aunque sea cual sea tu favorita dentro de estas dos grandes variedades, conservarlas frescas puede ser complicado en algunas ocasiones, por lo que aquí te daremos algunos tips para que puedas mantener tus lechugas en buen estado durante mucho tiempo.

Mantenlas en un lugar frío

La lechuga es una hortaliza que puede aguantar bajas temperaturas, por lo que mantenerla en el refrigerador es una buena opción para retrasar su proceso de descomposición.

Fíjate en el color de las hojas

Al momento de comprar lechuga debes estar muy atento a que esta tenga un tono verde muy vivo, ya que eso significa que la lechuga está fresca y por lo tanto, durará más tiempo.

Evita trocearla

Al momento de trocearla, es más probable que la lechuga se marchite más rápido y dure menos tiempo que si se mantiene entera y se va porcionando por la cantidad que se va a consumir.

Es preferible comprar la pieza entera

En los supermercados existe la opción de comprar la lechuga ya embolsada y troceada, pero esta se debe de consumir casi al momento de la compra, de lo contrario se marchitará con rapidez.

Es importante conservar la humedad

En caso de tener la lechuga ya lavada y deshojada, se recomienda humedecer papel absorbente para cocina y envolver las lechugas secas en este papel.