¿Sabes por qué lloras cuando partes cebolla? Esta es la explicación

La cebolla es una de las primeras plantas que fue cultivada por el hombre y quizá, sea de las más consumidas en el mundo. Esta hortaliza proviene de Asia Central y se cree que entro a Europa a través de los griegos y romanos, ya que se utilizaba mucho en una salsa provenzal que se preparaba comúnmente entre los gladiadores y los legionarios.

Esta planta herbácea es un alimento con un bajo aporte calórico y gran contenido de fibra, además de propiedades nutricionales que la hacen ideal para fortalecer el sistema inmunológico, como la quercetina, que tiene un efecto antioxidante, además de vitaminas E y del complejo B, y minerales como potasio, calcio y magnesio.

La cebolla es muy empleada en la cocina, pero rara vez se come cruda y cuando se presenta así difícilmente se come en grandes cantidades, esto es por su rico contenido de azufre, el cual lo dota de su olor característico y que tiene que ver directamente con este efecto de hacernos llorar cuando la cortamos.

¿Por qué nos hace llorar la cebolla?

"No eres tú, soy yo", sería una frase que iría como anillo al dedo en esta situación, y es que la cebolla cuenta con azufre, un compuesto que es necesario para la síntesis de proteínas presentes en los organismos vivos, pero que también puede tener un efecto irritante.

Resulta que al cortar la cebolla se rompen unas células que liberan unas enzimas llamadas alinasas, las cuales se descomponen en ácidos sulfénicos, lo cual desata una reacción que en resumen produce un gas llamado óxido de tiopropanal, el cual tiene un efecto irritante al tocar la película vítrea que recubre el ojo.

Como es de esperarse, al percibir este agente irritante, el cerebro envía señales a los conductos lacrimales para producir lágrima y con ello, diluir y limpiar los irritantes. ¿Entonces cómo podrías evitarlo, si en realidad se trata de un efecto totalmente natural y de reacción? Estos son algunos trucos para evitarlo:

1. Usa lentes de cocina, se oye absurdo, pero funciona siempre y cuando el gas no pueda elevarse hasta tu ojo.

2. Coloca la cebolla dentro de un recipiente con agua para que al cortarla, las enzimas hagan contacto con el agua se liberarán ahí y no al contacto con tus ojos.

3. Corta rápido, claro con cuidado. Este es el secreto de los chefs y cocineros, pues entre más rápido se pica la cebolla, menos expuesto estás al efecto irritante de la cebolla.

4. Mete al congelador unos minutos antes de cortarla, esto ralentizará el efecto del gas irritante.