Trucos para que tus pechugas de pollo a la plancha queden jugositas

Cocinar cualquier carne a la plancha es una cosa, pero que quede jugosita, ya es avaricia. Sin embargo, si por algo nos caracterizamos los humanos de otras especies es justamente por las ambiciones. Siempre buscamos algo más, cuando ya alcanzamos una meta y particularmente en la comida, eso habla de una mente que no se conforma y que le gusta explorar los nuevos horizontes. 

Por eso tampoco descartes por completo otras recetas o maneras de hacer las cosas, porque cuando se trata de cocinar, la imaginación y las combinaciones son vitales. Sobre todo, porque ayudan a que nazca tu propio estilo y lo que el resto de la gente llama 'buen sazón'. Todo esto en su conjunto crea platillos singulares y memorables, pero no nos hagamos tontos, no todo son dones divinos, mucho tiene que ver la técnica también. 

El pollo por ejemplo, es probablemente una de las carnes más versátiles que existen, porque no importa cómo se haga, siempre habrá manera de cocinarlo y de salvarlo por si algo no sale bien, siempre que esté sano y fresco, claro. Pero a pesar de que conocemos una gran cantidad de recetas para prepararlo, hay una incógnita que a veces nos cuesta mucho trabajo descifrar y esta es: Lo jugosa que puede quedar la carne aún cuando se cocina a la plancha.

Secretos para un buen pollo a la plancha

Sí, sabemos que obtener una carne jugosita es de cocineros experimentados o por lo menos eso parece. Pero si tu comadre o youtuber de confianza no te ha querido revelar el secreto, aquí estamos nosotros, que precisamente a eso venimos; a revelarte el secreto de unas pechugas de pollo jugositas a la hora de cocinarlas a la plancha, porque sí, tienen su chiste, pero tampoco es una cosa del otro mundo. 

Y para que no te falle ni eso, hoy vamos a enseñarte algunos truquitos para que puedas hacerlo con toda la actitud y alegría de tu corazón, porque estos consejos son tan útiles, que tan pronto los domines y los sepas, te sentirás muy orgullosa de ése delicioso sabor que puede tener tu pechuga de pollo la próxima vez que la cocines a la plancha, como toda una experta, porque justo eso será percibido por los comensales.

Un platillo no es algo que sólo debe agradar a la vista, también a otros y de ser posible a todos tus sentidos, pues comer siempre es una experiencia multisensorial que pocas veces nos tomamos el tiempo de disfrutar, debido al ajetreado ritmo que llevamos cuando vivimos en la ciudad. Sin embargo, con estos truquitos estamos seguros de que tanto tú, como el comensal, se van a estremecer.  Así que ¡Toma nota!

Truco 1: Elige un ingrediente ácido

Lo clásico es el limón, pero puedes valerte también de las naranjas o la salsa de soya. Esto ayudará a que el pollo mantenga su humedad interna y que no se seque tanto al cocinarlo. 

Truco 2: Sella el pollo

No, no es que agarres los sellitos de los niños y lo colorees. Nos referimos a que primero que nada, pasas el pollo crudo por ambos lados un par de minutos a fuego fuerte y después bajas la intensidad, lo tapas y dejas que se cocine en su propio jugo.

Truco 3:  Déjalo reposar

Después de que lo cocines, puedes dejarlo reposar antes de cortarlo para que absorba sus jugos y termine de cocinarse.