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Sigue paso a paso estas recomendaciones para desinfectar el pollo
¡No lo laves! Solo con este método podrás deshacerte de las bacterias en la carne del pollo.
Uno de los hábitos más comunes al momento de manejar la carne de pollo es lavarla bajo el chorro de agua, esto aunque parece seguro, no lo es, ya que podrías estar infectando con bacterias muy peligrosas el resto de alimentos e incluso tu cocina, entonces ¿Cómo debes desinfectar el pollo? pues nosotros te daremos algunas recomendaciones sobe como almacenar, manejar y cocinar el pollo correctamente.
¿Por que no se debe lavar el pollo?
Al lavar el pollo podríamos estar ayudando a esparcir la bacteria campylobacter, las salpicaduras de agua pueden llevar la bacteria a otras partes de la cocina y permanecer ahí lo que podría ayudar a infectar otros alimentos, esta bacteria puede causar una infección grave y síntomas como diarrea, fiebre, calambre y dolor abdominal, por lo que lavar el pollo esta completamente desaconsejado.
¿Cómo se desinfecta el pollo?
La única manera efectiva de eliminar completamente las bacterias del pollo es cocinarlo ya que el calor las eliminará, para ello es necesario cocinar el pollo por encima de los 74° grados centígrados y asegurarnos que la carne esta bien cocida, una forma de hacerlo es cortar la carne por el lado mas grueso o carnoso, si la carne en el centro esta bien cocida el resto del pollo lo estará.
¿Cómo manejar el pollo?
Es importante que el pollo lo almacenemos correctamente una vez que lo hemos comprado, además debemos de tener un manejo adecuado del mismo, por lo que debemos lavar nuestras manos antes y después de cada una de las veces que manipulemos el pollo, además debemos usar utensilios exclusivos para el pollo mientras cocinemos, es decir, si usamos un cuchillo o una tabla para picar para el pollo, no podremos usarlas para otra cosa hasta haberlas lavado correctamente.
¿Cómo almacenar el pollo?
La mejor manera de almacenar el pollo es congelarlo inmediatamente después de comprarlo, para ello tendremos que ponerlo en bolsas selladas o en envases con cierre hermético y colocarlo en la parte inferior de nuestro congelador para asegurarnos que no escurra líquido sobre otros alimentos, al descongelarlo lo haremos en el mismo recipiente o bolsa con ayuda del microondas o dejándolo reposar en la nevera.
