Trucos para que tus tortillas de harina queden suavecitas

Hacer tortillas a mano, es casi un arte, pero el resultado es sencillamente delicioso. Sobre todo, cuando queremos preparar sincronizadas, quesadillas o usarlas para acompañar nuestro caldito de pollo o de res. Lo bueno de esto es que combinan prácticamente con todo y lo mejor del caso es que las podemos preparar nosotros mismos en casa y ponerles nuestro toque particular para que nadie las olvide. 

Desafortunadamente, el encanto suele terminar al otro día, cuando se enfrían y parecen las tostadas de las tortillas que salen en los tacos de cualquier serie norteamericana. Sí, sentimos feo, nos da coraje, pero ahí vamos a ver qué es lo que el calor del comal puede hacer por nosotros. Regularmente funciona, pero no quedan igual, porque aceptémoslo, no nos quedaron tan suaves desde el principio de la receta. 

Las tortillas de harina no son originarias de México, en realidad su origen data de finales del siglo XVI y tienen una apariencia muy similar al pan o tortilla árabe o hasta al roti de la India. Sin embargo, llegó a México hasta 1542, gracias a los españoles, donde el agua caliente con trigo quebrado, llegaría a convertirse en la famosa tortilla de harina que conocemos hoy en día, después de que los colonizadores no pudieron hacer pan y cocinaron el zaruki. 

Afortunadamente, las tortillas de harina son ligeramente más maleables, que las de maíz y para que te queden mucho más suaves que lo que normalmente estás acostumbrado a probar existen unos trucos que no sólo mejoran su sabor mediante su preparación, sino que ayudan a que se conserven en mejor estado que las que normalmente guardas en el refri, porque recuerda que lo hecho a mano siempre tiene un toque diferente  y es mucho más hogareño. 

Hoy traemos para ti algunos trucos que puedes llevar a cabo cuando las prepares o incluso después para que las tortillas de harina queden suavecitas y frescas por más tiempo y las puedas degustar en tus platillos y antojitos favoritos. Sabemos que quizá esto te parezca una locura, pero dale el beneficio de la duda y verás cómo no te decepcionas y disfrutas de este tipo de tortilla por más tiempo. 

Truco 1: Cuida el agua caliente

Cuando sigues la receta para hacer tortillas de harina, es bastante común que te digan que uses agua tibia. Aunque funciona, es mucho mejor que uses agua caliente, lo más que aguanten tus manos, pero sin quemarte. Esto es porque gracias a esto, la masa se incorpora mejor y da origen a una masa más elástica, pero eso sí sin que quede pegajosa, para que puedas manejarla mucho mejor. 

Truco 2: Maleabilidad de la masa

Cuando haces tortillas de harina por primera vez, lo mejor es que la masa quede consistente, maleable y nada pegajosa, porque si no, cuando la pongas al comal, se hará quebradiza o se pegará al comal y no queremos eso. 

Truco 3: Cuida la textura 

Para que se conserven mejor, es importante que no estén tan delgaditas. A la hora de extender vigila que los testales (las bolitas de masa) conserven un grosor adecuado es decir, ni muy gorditas, ni muy delgadas. 

Truco 4: Todo radica en la mezcla de los ingredientes

Al mezclar todos los ingredientes es importante que primero coloques la sal, el polvo para hornear y el aceite vegetal en la harina y luego el agua caliente la vas incorporando poco a poco, para que te asegures de que todo se va disolviendo de la mejor manera, sin lugar a plastas o grumos.