¿Se lava o no el arroz antes de cocerlo?; aquí te decimos lo que puedes hacer

Hacer arroz podría decirse que es todo un arte. Aunque no es nada del otro mundo, tampoco es sencillo prepararlo. Existen muchos detalles que se deben de tener en cuenta a la hora de preparar esta deliciosa y típica sopa mexicana, que puede combinar casi con todo. Es un platillo que puede ser tanto protagonista como guarnición, siempre que quede bien preparado, pero es algo complicado alcanzar ése punto que ya dominan nuestras madres o abuelitas. 

 En torno a su preparación existe una serie de protocolos que hay que seguir y una duda frecuente que nos invade:¿Se lava o no se lava? he ahí el dilema. Porque a todos nos ha pasado que cuando lo cocinamos por primera vez, caemos en el error y la tentación de hacerlo sin lavar y las consecuencias las pegamos.. perdón, las pagamos a un precio muy alto. Esto lo decimos, porque o se pega el arroz o no se cuece bien. 

La decisión genera mucha controversia entre los expertos, sobre todo cuando no hay reglas fijas sobre ello. Sin embargo y más en el tiempo que estamos viviendo, lavar los alimentos a la hora de cocinarlos es fundamental para evitar intoxicaciones y es necesario tener claro lo que tenemos qué hacer, sobre todo cuando somos cocineros primerizos, que caemos redonditos en las soluciones intuitivas, que no siempre son las correctas. 

Y por fin, ¿Se lava o no se lava?

De acuerdo con la Organización de Consumidores y Usuarios, al arroz sí hay que lavarlo, porque posee una capa de almidón  en todos sus granos y para deshacerla es necesario lavarla, para lograr que los granos queden un poco más sueltos y quede de la consistencia que buscamos. Especialmente si buscamos preparar platillos para los que el arroz quede seco y suelto. Cuando lo lavamos, no alcanzará una mayor densidad, quedará al dente y no absorberá tanto líquido. 

Por el contrario, si buscamos preparar platillos como los caldos, donde es necesario que el arroz esté más espesito, denso y que absorba más líquido, lo más recomendable es no lavarlo, ya que el almidón ayuda a efectuar esa función que seguramente es de utilidad en preparaciones como esta que te mencionamos.  Además la consistencia del arroz sin lavar es cremosa y pegajosa, que dista mucho de lo que buscamos en una sopa seca promedio con la que acompañamos e mole. 

Al final nada es bueno o malo, todo depende muchísimo de lo que tú estés buscando preparar. Lo que sí es que este es un paso que se tiene que dar o no, porque no cabe un arrepentimiento a medio proceso. Si lo cocinas sin lavar, tienes que seguir hasta el final y atenerte a las consecuencias de esa decisión y lo mismo si planeas lavarlo, porque no puedes empezar una receta no lavándolo y luego regresar a tratar de hacerlo. En este caso, no existen las medias tintas. Recuerda a Shakespeare: "Ser o no ser".