Más que una bebida, descubre tres formas de utilizar el refresco de cola

Hace calor. Volteas a ver el cielo y no hay más que un sol que parece decidido a ser más grande y más caliente. Así como en las caricaturas, cuando voltean a verlo en pleno desierto y lo único que pasa es que además de empezar a ver alucinaciones por la deshidratación, sienten una sed increíble y muy posiblemente insaciable. ¿En qué piensas? Muy seguramente en un refresco de cola bien frío, porque amas el sonido que hace cuando abres la botella o la lata. O aún mejor, la sensación del burbujeo en tu boca. 

Sin embargo hay un ligero remordimiento de conciencia cuando la bebemos seguido, porque siempre que nos enfermamos o que se nos sube el azúcar, colesterol o sencillamente nuestro peso, sabemos que ir al doctor es casi garantía de que nos acabarán prohibiendo los refrescos, grasas, harinas y un largo etcétera. Pero, ¿Por qué los doctores prohíben las sodas y particularmente, el refresco de cola? La verdad podría sorprenderte y muy probablemente cambie la manera en que la ves. 

Los refrescos de cola podrían parecer lo más atractivo, divertido y refrescante, que nos podríamos encontrar en la vida, sin embargo lamentamos decirte que eso es justo lo que la publicidad nos ha hecho creer por décadas. Más de las que nosotros creemos. Sí, es verdad, pueden resultar una buena opción a veces, pero si extendemos su consumo a todos los días, podríamos acabar siendo adictos a ella o incluso, con gran riesgo de padecer diabetes, enfermedades cerebrales, deterioro del cuerpo, acidez y trastorno digestivo.

Muchos son los especialistas que condenan su consumo. Sobre todo, porque el ácido fosfórico que contiene, puede producir un efecto corrosivo en los órganos. Incluso provoca la  pérdida del esmalte de los dientes, obesidad y en ocasiones ansiedad por el síndrome de abstinencia a quienes quieren dejar la bebida. Algunos la comparan con una droga, debido a que el refresco de cola también puede generar adicción. 

Si llegaste hasta este punto, muy probablemente ya empezaste a ver feo a esas botellas de dos litros que tienes en tu casa. Es un buen comienzo del fin. Pero en lugar de tirarlas al abismo, podrías aprovecharlas de las 3 diferentes maneras que estamos a punto de revelarte. Ninguna de ellas, tiene qué ver con su consumo, pero sí con la limpieza del hogar. ¡Así como lo lees! y probablemente te sorprendas aún más, pero  ¡Toma nota!

1. Elimina el óxido de los metales

Si tienes metales oxidados y quieres limpiarlos, sólo tienes que rociarlo o sumergirlo en refresco de cola  y déjalo actuar unos minutos. El ácido de este refresco hará de limpiador. Piénsalo por ejemplo, para las sartenes y ollas. Después de remojarlas ahí podrás fregarlas como normalmente lo haces y verás el resultado. Basta con unos minutos de acción del refresco de cola para que te queden relucientes. 

2. Limpieza del inodoro

Este es otro de las superficies que más tiende a acumular sarro. Muy probablemente por la humedad y lo estático que se encuentra. Sin embargo, la solución para esas manchas, es el refresco de cola. Sólo tienes que vaciar una lata de esta bebida en su interior y dejarás actuar durante una hora y luego cepillar, como siempre. ¡Queda perfecto!

3. Afloja tornillos

Todos hemos sufrido con un tornillo que dice "No me quiero ir, Sr. Stark". Sin embargo, el Thanos para esto es el refresco de cola, que con solo rociarlo y dejarlo actuar por un rato,  dejará el tornillo flojito para que lo puedas quitar. 

¿Todavía quieres seguir bebiendo este refresco? Yo que tú, lo pensaba dos veces.