Tips de cocina

Tips para deshidratar el jitomate y aprovechar al máximo el calor de temporada

A continuación te daremos algunas técnicas para que deshidrates tus jitomates y puedas usarlos en tus recetas favoritas
domingo, 18 de abril de 2021 · 14:44

El jitomate es uno de los frutos más jugositos de esta temporada, que además es muy rico en un sin fin de nutrientes, empezando por los minerales y vitaminas que contiene. Sin embargo, es víctima de los lugares donde el calor se encierra y esto provoca que madure rapidísimo y por consiguiente, se eche a perder en menos tiempo del que normalmente nos dura cuando lo compramos. Y seguramente ya estás cansado de comprar jitomates y dos días después ver que ya no se pueden usar. 

Si te pasa esto muy seguido, esto es para ti, pues hoy te enseñaremos algunas técnicas para que deshidrates tus jitomates y los puedas conservar en óptimas condiciones por más tiempo. Sabemos que suena a locura, pero en realidad no lo es. ¡Y no tengas miedo al éxito!, porque estas son algunas técnicas que se ha usado ancestralmente para conservar los alimentos en diferentes regiones del mundo y al parecer han sobrevivido gracias a su efectividad. 

La deshidratación es una técnica de conservación de los alimentos que sirve para impedir la actividad microbiana y reduce la actividad enzimática. Tiene diferentes denominaciones, como secado, desecado, etc, pero básicamente consiste en eliminar toda el agua de los alimentos para evitar la descomposición y que nos duren más tiempo del estimado. Hay diversas técnicas para lograrlo y el resultado final se guarda en frascos herméticos o se deja al aire libre

A continuación te daremos algunas técnicas para que deshidrates tus jitomates y puedas usarlos en tus recetas favoritas. Uno de los métodos más eficientes es la del secado en el sol, el cual te permitirá aprovechar al máximo los recursos de este caluroso clima, que a todos nos tiene más frustrados que nada por el encierro que no hemos podido dejar.  Además puede que obtengas resultados más duraderos, que si desecas en el horno. ¡No tenemos pruebas, pero tampoco dudas! 

Truco 1: Desecar tomates en rejilla

No importa si utilizas el horno o el sol para deshidratar. Lo que es un hecho es que debes preparar todos los materiales muy bien para obtener los resultados adecuados. Recuerda que el hecho de que vayas a deshidratarlos, no quiere decir que no los tengas que lavar, por lo que antes de comenzar con todo el proceso, deberás enjuagarlos muy bien con agua fría y secarlos muy bien con una franela para quitarles los excesos de agua. 

  1. Cuando ya los hayas lavado y secado, hay que cortarlos en cuartos y quitarles las semillas para que la desecación sea más rápida. Si son jitomates cherry, sólo se cortan por la mitad.
  2. Echaremos sal fina sobre los trozos de tomate, sin excedernos, pero procurando sazonar todas las caras del fruto. Si nos gustan las especias, este es el momento de añadirlas para que den un toque de sabor.
  3. Puedes usar  romero, el tomillo, el orégano y la albahaca son las más utilizadas, pues combinan muy bien con el tomate.
  4. Ahora es momento de ponerlos sobre una rejilla, pues permite que circule el aire en todas las direcciones. Los trozos se colocan  con el interior hacia arriba. 
  5. Coloca en el lugar más soleado de tu casa y  déjalos ahí por unos días y dale vueltas para ver cómo va. Procura separarlos del suelo, para que no les caiga polvo. (Puedes usar una charola,abajo si la rejilla no es suficiente)
  6. Cuando los recuperes, guárdalos en un frasco Hermético. 
Este fruto cuando se seca le da un delicioso sabor a quesos y ensaladas. Foto: Shutterstock

Truco 2: Deshidratación al sol con tela en jaula de tendido

A diferencia del método anterior, en esta técnica el jitomate estará un poco más expuesto, sobre todo de la base. Lo primero que hay que hacer es elegir un sitio donde dé sol la mayor parte del día. Esto es fundamental, porque es un proceso que entre mayor continuidad tenga, más rápido tendremos el resultado. El proceso de secado al sol lleva unos cuantos días. Si lo deseas y encuentras práctico, puedes usar la rejilla del método pasado o simplemente poner una superficie que separe los jitomates del suelo o mesa.

Si no tienes tablas, charolas o rejilla, puedes comprar 2 metros de tul y usar un metro de base para que una vez extendida, puedas colocar ahí los jitomates y el otro para cubrirlos.  Ahora te decimos cómo. 

¿Qué necesitas?

  • 2 metros de tul 
  • 4 cordoncitos para amarrar
  • Una jaula de tendido o 4 soportes pesados, de preferencia, donde puedas amarrar algo 
  • Jitomates

¿Cómo le haces?

Lava y seca con un trapo tus jitomates. Luego quítales las semillas.

  1. Ya que tienes tus jitomates sin semillas, es momento de pasar al siguiente paso. 
  2. Corta el tul por la mitad.
  3. Con un cordoncito  en cada extremo, amarra la mitad del tul en los tubos de la jaula de tendido, de tal forma que te quede como una 'cama' lejos del suelo y firme (recuerda que con agua, todavía pesan) para poner los jitomates en esa superficie. 
  4. Una vez que tienes esa 'cama de tul' firme, puedes colocar los jitomates encima. Cúbrelos con el otro retazo de tul. 
  5. Cuando se ponga el sol, retiraremos la reja o tela con los tomates y los llevaremos dentro de casa; así impediremos que se humedezcan con el rocío nocturno. Al día siguiente, cuando haga calor, sacaremos de nuevo los tomates, poniéndolos del mismo modo.
  6. Repetiremos esta operación durante varios días -puede tardar entre 2 y 3 semanas-, hasta que los tomates se sequen.
  7. Sabremos que están deshidratados cuando adquieran un color rojo más oscuro, una textura más firme (similar a la del cuero) y dejen de estar pegajosos.