Tips para que tus frijoles cocidos no se echen a perder tan rápido

Haga calor o frío, lo cierto es que hay un platillo que casi nunca falta en la cocina de un mexicano, además de las tortillas: Los frijoles y es que la verdad podría decirse que son un alimento básico y muy versátil. Además, podemos encontrarlos desde en el lugar más humilde, hasta en el lugar más lujoso, porque a pesar de que en los sitios más acaudalados se estila mucho la comida internacional, es muy improbable que no se antoje de vez en cuando un platillo con frijolitos de la olla, refritos o como sean.

Los frijoles no son únicamente usados en México, también se estilan en otros países, como en Colombia, Guatemala, Venezuela y Cuba. ¡Y no es para menos! Son un platillo muy versátil y por lo mismo tienen cabida en un montón de platillos, como las enfrijoladas, frijoles con chorizo, crema de frijol o simplemente un plato de frijoles solo con su buen queso, pico de gallo y aguacate para taquear a gusto con chicharrón. 

Y aunque tenga todas esas maneras de consumirse, hay una cosa bien cierta: Todas las recetas parten de los frijoles de la olla, es decir, cuando los cocemos antes de freírlos o hacer lo que uno quiera con ellos. Por eso, cuando se cocinan, lo mejor es conservarlos, para poder tenerlos disponibles para un siguiente guisado. Sin embargo, con tanto calor a veces no duran tanto y se echan a perder muy rápido si no conocemos el "secreto".

Conocimiento heredado

Afortunadamente, las desgracias que nos han pasado a algunos de nosotros, como tener que tirar media olla de frijoles, porque se echó a perder por no guardarla en el refri o saberla conservar, ya la pasaron muchas abuelitas o madres y con toda la sabiduría del mundo han compartido sus trucos que por generaciones y generaciones  han logrado hacer rendir el platillo debido a la conservación correcta para evitar esta desgracia del desperdicio de comida, especialmente en tiempo de crisis. 

Por eso, esta ocasión compartiremos contigo algunos secretos y tips para que evites que los frijoles se te echen a perder rápidamente ahora que hace tanto calor y los puedas guardar sin temor a que cuando los saques del refri, tengan moho o despidan un olor agrio y muy desagradable, cuyo único antojo que te provoca es tirarlos a la basura y lo más lejos que puedas de ti. Esto te resultará sumamente práctico y útil. Espera y verás. ¡Toma nota!

Truco 1: Para conservarlos en tupper

No te sientas tan especial. Ahora que Ron Weasley es papá y que Harry Potter y El Señor de los Anillos cumplieron 20 años de lanzamiento, ya puedes imaginarte que los tuppers tienen sus ayeres igual que tú y no son algo tan nuevo como pensabas, así que la conserva adaptada a la vida moderna dice que hay esperanza para la comida guardada en los tupper, nuestros aliados para toda la semana y lo que a tu mamá le da más gusto ver los fines de semana, cuando te presta los suyos. 

1.  Deja el tupper con frijoles medio abierto con el fin de que se enfríen.
2. Antes de cerrar el recipiente, tapa con una capa de papel film o transparente, después coloca la tipa y refrigera.

Con este método podrás almacenarlos en buenas condiciones, hasta cinco días. Sólo recuerda estar abriendo y cerrando cotidianamente el refrigerador o dejar la puerta abierta.

Truco 2: Hervir + refri

Cuando vives en un lugar con clima muy cálido (Aplica para departamentos expuestos al sol buena parte del día), seguramente sabes, que no puedes dejar nada fácil de descomponer afuera del refri o correrá la peor suerte de echarse a perder, porque se fermentan. Sin embargo, no basta sólo con el refri, también hay que hervirlos diariamente y en cuanto se enfríen volverlos a refrigerar DIARIO. Este proceso, no sólo evitará la fermentación, también te permitirá conservarlos por dos o 3 días. 

Truco 3: Congelado

Si lo que quieres es conservar los frijoles por varios meses, lo mejor será que los guardes en bolsas herméticas dejando un espacio en la superficie,  ya que estos tienden a expandirse. Lo más recomendable es dejar de dos a tres centímetros y guardarlos en el congelador. Cuando decidas usarlos, deja que se deshielen lentamente y  recaliéntalos en una cacerola.