Huerto en casa: así puedes cultivar tu propio apio en casa sin tener que utilizar semillas

El apio es uno de los vegetales que no debería faltar en tu dieta diaria, ya que es de los pocos productos que logra mantener intactas sus propiedades sin importar la forma en la que sea cocinado. Desde el complemento para una botana, como parte de una ensalada o hasta en los batidos verdes, el apio es una verdadera fuente de nutrientes que te ayudarán a seguir cuidando de tu salud y hasta perder un par de kilos. 

Al estar conformado por agua y fibra, el apio es de fácil digestión, ayuda a regular loa presión arterial, reduce los niveles de colesterol malo en la sangre, estimula la producción de saliva, previene la aparición de úlceras gástricas, funciona como un depurativo natural, previene los problemas de estreñimiento, favorece la eliminación de líquidos, entre muchas otras más. Son razones de sobra por las que deberías tener tu propia plante de apio y por fortuna esta se puede cultivar de forma sencilla y sin necesidad de usar semillas. 

¿Cómo sembrar apio?

Lo que necesitas

Antes de comenzar con la siembra es necesario tener todo a la mano todo lo que necesitas, así podrás comprar lo que te hace falta para estar listos. Lo primero que vas a utilizar es un manojo de apio, el cual puedes comprar en cualquier mercado o supermercado, recuerda que las varas solas de apio no serán de utilidad. También necesitamos un tazón, agua, una maceta pequeña y por supuesto tierra, así como un poco de abono. 

Germinado

Toma el manojo y con mucho cuidado corta hasta tener una base de unos 10 centímetros, partiendo desde la parte baja hacia arriba. No tires el resto, ya que con lo que sobra puedes preparar una ensalada, utilizarlos para elaborar un bloody marry o comerlo de forma cruda como una botana, solo recuerda lavarlo muy bien y desinfectar para eliminar los restos de tierra que pudiera llegar a tener. 

Coloca la base del manojo de apio en un tazón con agua, pero esta apenas debe cubrirlo ligeramente, no es necesario llenar por completo con agua. Espera entre 7 y 10 días para que comiences a ver los primeros brotes de la planta, siendo las hojas las primeras en aparecer. 

Siembra

Una vez que los primeros brotes han comenzado a aparecer es momento de llevar tu planta directo a la tierra, así que es hora de llenar hasta 3/4 de tierra la maceta que hayas elegido. Recuerda que aunque el apio se trata de una planta pequeña, también necesita de un espacio para poder crecer, así toma eso en cuenta a la hora de escoger una maceta. 

Limpia la planta al retirar los tallos exteriores del apio y dejar libre a los nuevos brotes. Coloca la planta dentro de la tierra y cubre sin llegar a tapar las primeras hojas que ya han nacido. Humedece la tierra, no la inundes con agua ya que esto podría ser perjudicial para tu planta. 

Cuida

Una vez que ti planta está colocada en una maceta, deberás regarla unas dos o tres veces por semana de forma que la tierra se mantenga ligeramente húmeda. Colócala junto a los rayos del sol un par de horas en especial por la mañana y espera por un par de semanas hasta que los nuevos tallos comiencen a crecer.