7 alimentos que no puedes congelar y la mejor forma de conservarlos

La falta de tiempo o la situación actual de la pandemia, nos ha obligado a optar con congelar algunos alimentos para así conservarlos frescos por más tiempo y evitar salir de forma frecuente para volver a surtir la despensa. Aunque se trata de una práctica común, en ocasiones se desconoce cuáles son los alimentos que no deberían pasar por un proceso de congelación, ya que estos pierden sus propiedades y afectan su valor nutrimental. 

Olor, sabor, color y hasta su textura se pueden perder en el proceso de congelación de algunos alimentos, es por esto que a la hora de intentar descongelarlo terminan por dañarse o perder su forma original. Es por eso que es importante conocer cuáles son los alimentos que nunca se deberían congelar y sobre todo conocer cuál es la mejor forma en la que se pueden conservar para mantenerse frescos por periodos más largos. 

¿Qué alimentos no se pueden congelar?

Verduras de hoja verde

Las verduras tales como las espinacas, lechugas, col rizada, entre otras, no se deben congelar, ya que estas se marchitan y en ocasiones se aguadan. por lo que ni siquiera se pueden conservar durante la congelación, por lo que a la hora de sacarlas ya estarán descompuestas. La mejor forma de conservarlas es colocarlas en la parte más baja del refrigerador, así el frío no "pega" directamente en las verduras y evita que se deshidraten de forma más rápida. 

Productos con mucha grasa

En el caso de los embutidos o los cortes de carne, estos podrían congelarse de forma correcta, al menos en apariencia, sin embargo, los problemas comienzan a presentarse a la hora de someterlos a un proceso de descongelado ya que estos comienzan a tomar un sabor rancio y en ocasiones su color natural se torna más oscuro. Aunque esto no quiere decir que no puedan ser congelados, pero hay que poner atención en el tiempo en el que pasan en el congelador, ya que este no puede ser de más de dos meses. 

Lácteos 

Productos como la leche y los quesos, se pueden congelar sin mayores complicaciones, el problema surge a la hora de intentar descongelarlos, ya que en la mayoría de los casos no se hace de la forma correcta y esto puede llegar a afectar su composición. En el caso de la leche, esta se debe descongelar al colocarla en el compartimiento del refrigerador, para que lo haga de forma paulatina, de lo contrario se forman grumos. 

Los quesos blandos como el mozarella, blanco, panela o queso crema, no es recomendable someterlos a un proceso de congelación, ya que estos pueden llegar a perder su consistencia y cremosidad. En el caso de otro tipo de quesos, estos se pueden congelar de forma segura y descongelarlos de la misma forma que la leche. 

Huevo

Hay que tomar en cuenta que el huevo es un producto muy frágil y que debe tratarse con cuidado para no romper en cascaron y en el caso del huevo este puede fracturarse al someterse a bajas temperaturas y hacer que el olor se expanda por todo el interior del refrigerador. Lo mejor es colocarlos dentro del refrigerador y revisar sus fechas de caducidad para consumirlos a tiempo. 

Frutas

Aunque estamos acostumbrados a utilizar frutas congeladas para la elaboración de batidos o jugos, lo mejor es que las consumas en su forma fresca ya que así se conservan de mejor forma todos sus valores nutricionales. Sin embargo, hay productos como los frutos rojos o el plátano que se pueden congelar sin problemas y conservarse de forma segura, siempre y cuando no pase mucho tiempo desde su congelación. 

Papas cocidas

Una vez que se han cocinado las papas no es recomendable llevarlas a congelación, ya que estas pierden su textura y su aspecto en general, puesto que contienen una gran cantidad de agua. Lo mejor es retirarlas de la preparación que se vaya a congelar y guardarlas por separado para que se puedan integrar a la hora de volver a calentar. 

Preparaciones con aderezos

Recetas en las que se ha utilizado una buena parte de aderezos no pueden ser congeladas, ya que a la hora de intentar someterlas a un proceso de descongelación, estas se pueden cortar y arruinar por completo toda la preparación. En este caso, es mejor dejar en refrigeración y consumir los alimentos lo más pronto que sea posible.