A todos nos ha pasado. Al terminar ese exquisito platillo al que le pusiste tanto esmero y probarlo, en ocasiones se puede percibir que ha quedado excesivamente salado. Aunque esto es un error bastante común, no olvides que lo mejor es bajar ese sabor salado lo más posible.

Por un lado, el uso de sal en la cocina debe ser algo que se maneje con mucho cuidad. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado en varias ocasiones que para evitar padecimientos como la tensión arterial alta y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y cardiopatía coronaria en adultos; el consumo de sodio en los adultos diario debe reducirse a 5 gramos.

Lamentablemente, en países como el nuestro, es poco común cumplir con esos parámetros y solemos doblar la cifra. En gran medida, este problema se debe a que las personas no tienen en cuenta la enorme proporción de sodio que contienen los alimentos procesados.

La alternativa más viable en estos casos es corregir nuestro propio "punto de sal" y ser cuidadosos con respecto a los ingredientes con los que estamos cocinando. No obstante, conscientes de que todos podemos cometer errores, en Gastrolab te queremos compartir una serie de tips para reducir la sal de tus platillos; ¡así no se desperdiciará nada y tus horas en la cocina habrán valido la pena!

Trucos para reducir la sal de tus platillos

El tradicional

Aunque es el método más popular, no muchos conocen por qué funciona. El almidón presente en la papa cruda o en las migas de pan son capaces de absorber la sal de tus guisados, verduras o salsas.

Para el primer ingrediente, lo único que tienes que hacer es pelar el tubérculo, cortarlo en rodajas gruesas y añadirla cruda para arreglar comida salada. 

Otros ingredientes

Así como la papa, también existen otra otros alimentos como la coliflor cocida y machacada o un poco de maizena diluida en agua que también ayudarán a minimizar el exceso de sal.

Agua

Definitivamente el agua es nuestra mejor amiga a la hora de cocinar y, en ocasiones, para corregir errores. Para reducir el sabor salado de salsas, guisos, sopas o caldos; puedes agregar un chorrito de agua y se solucionará. Si lo que tienes es un guisado cremoso, te recomendamos evitar esta opción y cambiarlo por agregar cucharada más de leche.

¿Y para las salsas?

No olvidamos que este error puede suceder también en la preparación de aderezos o vinagretas. Para ello, puedes añadir algunas hierbas aromáticas, trocitos de queso fresco sin sal o incluso miel.