Día de beber vino, tips para hacerlo como un experto y aprovechar sus beneficios

Este 18 de febrero se celebra el Día Internacional de Beber Vino, una fecha para festejar con un brindis de tu vino favorito. Si eres un amante de esta bebida seguramente sabes datos interesantes y la forma correcta de tomarlo como un experto, detalles que te hacen disfrutar mucho más al brindar.

Pero si estás comenzando en el mundo del vino, es posible que no te lleves una buena impresión o tengas una percepción parcial del sabor de esta rica bebida, dado que cada vino es distinto, algunos son más secos, otros más dulces y otros tienen un sabor intenso, pero todo varía según la uva, el terreno en el que fue plantada la fruta, el tiempo de fermentación o de producción.

Si quieres disfrutar el vino como un experto, aquí te compartimos algunos tips que debes saber para aprovechar todos los beneficios de esta bebida alcohólica, de la cual cabe destacar, México es uno de los países productores de vinos más reconocidos a nivel internacional, por lo que también es tiempo de celebrarlo con una copa.

Tips para beber vino como experto

Estos son algunos consejos para que no sólo bebas un vino como experto, sino para que lo disfrutes como tal, de tal manera que descubras nuevos aspectos de esta bebida y tu experiencia sea la más completa y placentera.

• La copa se toma por el tallo

Este suele ser una duda muy recurrente, pues algunas películas han mostrado equivocadamente que la copa se toma por el cáliz, es decir, la parte más ancha y donde se vierte el líquido; sin embargo, esto puede afectar la temperatura del vino y por lo tanto su sabor. Lo ideal es tomarlo por el tallo o el fuste, así lo disfrutarás más.

• Cuida la temperatura adecuada

No todos los vinos se meten al refrigerador o a una hielera. Según los expertos, el vino blanco se aconseja tomar a una temperatura de 10 a 15 grados, los que son más dulces a 8 grados, los secos a 10 grados y los de barrica a 12.

En tanto, los vinos se pueden tomar a una temperatura inferior a la ambiente en verano, es decir, entre 15 y 21 grados es una temperatura adecuada. El rosado se recomienda tomar a unos 10 grados, el tinto joven a 9 grados, mientras que un tinto de crianza a 15 grados y 17 grados los de gran reserva.

Finalmente, los vinos con burbujas sí se sirven fríos, entre 4 y 10 grados.

• El sedimento habla de su calidad

Si bien algunos piensan que el sedimento puede ser un problema, todo lo contrario, generalmente es un signo de su calidad en el vino. Esto pasa porque durante la etapa de fermentación del vino se genera el sedimento, también denominado poso, el cual está compuesto de células de levadura muertas, proteínas y restos de la uva y los racimos que quedan asentados.

Tras la fermentación se pasa a la clarificación, donde el vino es filtrado a barricas donde se deja madurar, aunque algunas productoras de vino dejan el poso para que la bebida desarrolle más carácter y complejidad. Este proceso se hace por expertos, dado que al no hacerlo correctamente puede afectar el sabor del vino. Así que si encuentras sedimento en tu copa, seguramente estás tomando un vino artesanal de gran calidad.

• El año del vino ¿importa?

Algunos creen que el vino debe ser viejo para que sea de mejor calidad; sin embargo, no es así con todos los vinos. Por ejemplo, el caso de vinos blancos jóvenes o sin barrica, tintos jóvenes, rosados y vinos espumosos sin añejar, están hechos para ser disfrutados en un plazo de 12 a 24 meses después del embotellado.

En el caso de los vinos espumosos de reserva y gran reserva, así como los vinos blancos con barrica tienen un tiempo de almacenamiento limitado en bodega de 24 a 36 meses, después de este tiempo, la burbuja no tendrá tanta potencia.

En el caso de los vinos tintos que han estado en barrica debe ser añejado en bodega por el doble del tiempo que estuvo en barrica, así que si estuvo dos años, podrá estar por 48 meses en la bodega para conservar su sabor. El envejecimiento del vino tinto se da de forma lenta, por lo que esto permite desarrollar nuevos aromas y a refinar sus taninos.

• Deja que el vino respire

Al abrir una botella de vino debes esperar unos 20 minutos con la botella descorchada para que se pueda airear, esto mejorará el color, la textura y el sabor del vino. Por esta razón, también se aconseja que al ser servido, se agite la copa desde la base en círculos, de forma que se oxigene, esto desprenderá todo su aroma y será mucho más placentera la experiencia de probarlo.

• Usa la copa adecuada y no la llenes

Existen diversos tipos de copa para los vinos, pues cada uno tiene características distintas y éstos son diferentes en cada envase, por lo que es importante cuidar la copa que uses para tener una mejor experiencia sensorial con esta bebida. El champán o el vino espumoso se bebe en copas tipo flauta, pero no deben ser llenadas a más de la mitad; esta forma permite que el vino se "exprese" sin perder su temperatura y que el gas de las burbujas no escape tan rápido.

En el caso del vino tinto se usan copas con un cáliz más grande y una boca más abierta para que el vino se oxigene y esto ayude a soltar el aroma al agitar la copa. Para los vinos blancos son copas grandes, pero más chicas que las de tinto, con una abertura más pequeña para disfrutar los aromas primarios y conservar mejor su temperatura. En todos los casos, no se debe llenar la copa a más de la mitad, pues esto ayudará a disfrutar mejor de la bebida.