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Conoce todas las diferencias que existen entre la mantequilla y la margarina

Aunque parecen lo mismo, no lo son, aquí te contamos las principales diferencias entre mantequilla y margarina
miércoles, 17 de febrero de 2021 · 16:35

Parecen lo mismo, pero no lo son. La mantequilla y la margarina se emplean mucho en la cocina, especialmente para preparar panes, bizcochos, tartas, galletas y en general, una gran variedad de postres; sin embargo, también sirven como un medio graso para hacer pasta, carnes, pescado e incluso darle un sazón distinto a los vegetales.

Ambas poseen la misma cantidad de grasa, aproximadamente 81 gramos por cada 100, y de calorías, alrededor de 717 calorías por cada 100 gramos, aunque la mantequilla está hecha con un producto de origen animal, mientras que la margarina se obtiene de aceites vegetales que pasan por diferentes procesos químicos que alteran sus compuestos originales.

Parece no ser importante, pero sí tiene implicaciones, especialmente en la salud, pues ambas elevan la incidencia de padecer enfermedades cardiovasculares cuando son consumidas en exceso, aunque la margarina potencia este problema en comparación con la mantequilla, además de de incrementar el riesgo de sufrir cáncer.

La margarina se obtiene de los aceites vegetales procesados. Foto: Pixabay.

Diferencias entre la mantequilla y la margarina

Se sabe que en la década de 1860, el emperador Napoleón III de Francia ofreció una recompensa para elaborar un sustituto de la mantequilla que fuera mucho más económico, pero cuidando su valor nutricional. El resultado fue conseguido por Hippolyte Mege-Moures, un farmacéutico y químico francés que mezcló la grasa de vacuno con leche y agua, la cual se popularizó durante la Segunda Guerra Mundial.

No obstante, con el tiempo se empezaron a usar los aceites vegetales y descubrieron que podían endurecerla. Este proceso se conoce como hidrogenación y básicamente consiste en bombardear al aceite con moléculas de hidrógeno para obtener la misma textura y apariencia que tiene la mantequilla.

El problema es que este proceso altera la composición de los aceites vegetales y genera las llamadas grasas trans que son extremadamente perjudiciales para la salud. A pesar de este dato, este método se sigue empleando en la industria alimenticia para manipular, mantener y conservar este producto más fácilmente, además de hacerlo mucho más económico.

El caso de la mantequilla es un proceso por decirlo, más natural. Se obtiene de la leche de vaca y el batido de su nata, lo cual no significa que sea un producto altamente saludable, pues contiene grasas saturadas y colesterol, aunque éstas son más fáciles de desechar por nuestro organismo.

La mantequilla es rica en vitaminas A, E y D, que actúan como antioxidantes, fortalecen el sistema inmune, previenen la vejez y promueven la salud ocular, además de favorecer la absorción de calcio, un mineral que aporta, así como magnesio y fósforo, necesarios para los músculos, los huesos y la salud del cerebro.

La margarina, es un alimento compuesto de grasas trans que son difíciles de procesar por nuestro organismo, aunque entre sus propiedades nutricionales aporta vitaminas E y K, además de que son enriquecidas con otras vitaminas añadidas.

Ambas son una fuente de grasas, por lo tanto, su abuso es igual de perjudicial para la salud, aunque las grasas trans en la margarina son un compuesto que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) no se debe consumir en más 1% en la ingesta diaria.

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