¿Cómo identificar los quesos imitación ? Pon atención en estas características

No hay nada más delicioso que acompañar tu comida con un delicioso queso, porque además hay diferentes tipos que se adaptan con facilidad a todos tus antojos, porque hay una gran cantidad de texturas, que todos amamos probar y consumir con diferentes alimentos. Sin embargo, a veces el precio del queso nos orilla a cuestionarnos cuál podemos comprar y cuando vemos que está muy caro o que nos veríamos muy limitados con el dinero para comprar otras cosas del mandado, elegimos uno más barato.

El dicho de "Lo barato sale caro" tarde o temprano termina teniendo razón y mucha. De hecho, a veces compramos quesos imitación y ni cuenta nos damos de los ingredientes que contiene, porque nos emociona conseguir queso rico y a muy buen precio. Sin embargo, para bien o para mal, hay imitaciones casi al mismo precio que el original y por ignorancia o ve tú a saber cuáles son las razones, que tú terminas comprando ése. 

Afortunadamente, nos tienes a nosotros, amantes del queso, que podemos diferenciar entre uno y otro, después de haber probado decenas de ellos un montón de veces. No hace falta ser tan experto, sino solamente un poco observador. De hecho hay varias señales que están ahí listas para ser vistas, pero que muchas veces, por estar distraídas con otras cosas, no notamos, pero sigue tu intuición, porque son importantes.  Por eso, aquí decidimos juntar algunas de ellas para que las notes la próxima vez que adquieras un queso. 

1. Que en el empaque diga "Queso tipo..."

Esta es quizá la más obvia o evidente, pero aun así, no siempre la vemos. Sobre todo, porque hay algunas marcas que en realidad se esfuerzan en poner la palabra "tipo" en chiquito y a veces casi ilegible o de plano en la información nutricional. Esto quiere decir que el queso como tal, no es queso o que no contiene lo mismo que un original, sino algunas fórmulas alimenticias químicamente controladas (agua, almidón, grasas vegetales, sales fundentes entre otros aditivos) para darle una consistencia parecida a uno auténtico. 

2. Que no se vuelva un poco amarillento si lo dejas afuera del refri

Los quesos son productos en donde también tiene que ver fermentación y el cuajo de la leche, por lo que son productos, regularmente sensibles a la luz, temperatura incluso cuando ya están listos. Si dejas un queso natural, como el canasto, panela o Oaxaca afuera del refrigerador, te darás cuenta que son auténticos, si sueltan un poco de suero y se empiezan a poner un poquito amarillentos con una costrita más dura que su interior. Esto no pasa con los de imitación, que se mantienen blancos mucho más tiempo. 

3. Falta de aroma

El cuajo lácteo es uno de los sabores que emiten un olor fuerte tanto cuando el queso está fresco, como cuando ya se echó a perder. Si tu queso no huele a leche o a nada, entonces estás frente a un queso imitación o "falso", porque con el agua, almidón y las grasas como la margarina, le quitan el aroma tan característico a leche o a cuajo. Así que si esto te pasa, corre a contárselo a quien más confianza le tengas y ya no compres de esa marca, porque ya no es tan nutritivo.