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Te damos el truco infalible para conservar por más tiempo el queso Oaxaca en el refrigerador
Almacena el queso Oaxaca con este truco y consérvalo mejor y por más tiempoEl queso Oaxaca es uno de los más consumidos en México y se aprovecha especialmente porque se puede deshebrar fácilmente y al calentarse se gratina, por lo que es uno de los favoritos para preparar quesadillas. El verdadero nombre de este alimento es "quesillo", aunque en muchos estados de la República Mexicana lo conocemos así porque es originario del municipio de Etla, en el estado de Oaxaca.
Se dice que la creación de este queso surgió por un accidente afortunado, cuando una joven olvidó cuidar la temperatura de la leche cuajada, lo que provocó que el lácteo se calentara de más y para esconder su error, le agregó agua caliente a la masa. Esto provocó que se fundiera y se hicieran hebras chiclosas, una de sus características físicas más atractivas. Su forma es de tiras de 2 a 4 metros enredadas en una bola.
Al ser tanta cantidad, cuando no lo consumes tan rápido o si vives sola o tienes una familia pequeña, seguro que te sobra bastante, lo que promueve que se desperdicie y se eche a perder o se "queme" con el frío del refrigerador. ¿Qué hacer? Lo mejor es almacenarlo adecuadamente y por ello aquí te compartimos un truco infalible para conservar por más tiempo el queso Oaxaca en el refrigerador, notarás la diferencia.
Truco infalible para conservar mejor el queso Oaxaca en el refrigerador
Aquí te va el truco infalible para conservar mejor y por más tiempo el queso Oaxaca en tu refrigerador, sigue estos pasos:
1. Córtalo
Lo primero será sacar el queso Oaxaca de su empaque y si no vas a utilizarlo todo, corta la mitad o en cuartos, según lo requieras. Reserva para almacenarlo como te decimos a continuación.
2. Quítale la humedad
Aunque este queso no tiene tanto suero como otros, por ejemplo el queso panela, también suelta un poco de humedad, y al almacenarlo puede generar la aparición de hongos u otros microorganismos. Así que sécalo con cuidado con unas servilletas de cocina y si notas que aún está húmedo, coloca una servilleta en el recipiente para guardarlo.
3. Guárdalo en recipientes
Una vez que ya hayas secado el queso, colócalo en recipientes de plástico con tapa hermética o en bolsas con cierre, para que no le entre aire ni se queme con el frío.
Guárdalo en recipientes distintos según sus usos, puedes cortarlo en trozos, deshebrarlo o dejar una mitad completa, la idea es que lo administres en las porciones que vas a usar para que sea fácil sacarlo únicamente para lo que ocupas.
4. Usa papel aluminio
Otra forma efectiva es envolver el queso en un rectángulo de papel aluminio y meterlo al refrigerador por no más de dos semanas. No es recomendable congelarlo, pero en caso de que lo hagas, sólo sácalo una vez que lo vayas a utilizar, ya que puede tomar una consistencia extraña y al ser un lácteo corre el riesgo de contaminarse más fácil por el cambio de temperaturas.