3 formas de curar un comal de barro nuevo como lo hacen las abuelas

El barro es un material muy tradicional en la cocina mexicana y aunque parece mentira, preparar los alimentos en este material le da un sabor muy especial a la comida. Sin embargo, muchos de estos trastes no tienen una cubierta que prevenga que el polvito de la arcilla contamine los alimentos o que, en el caso del comal, se peguen las tortillas, por eso es necesario "curarlos" y así poder usarlos sin problema.

Curar un utensilio de cocina significa darle un tratamiento para cerrar los poros, en el caso del barro, evitar que desprenda polvo o que se peguen los alimentos. Si tienes muchas ganas de comprar un comal de barro, pero tienes miedo de esas advertencias sobre su uso sin que esté curado o incluso ya te ha pasado que se te pegan los alimentos, te decimos la forma correcta de curar un comal de barro nuevo.

Estas son tres formas tradicionales, usadas por nuestras abuelas y mucho antes que ellas. El uso más frecuente es el de cal viva, aunque también se suele hacer con cenizas de leña, un método que se usa mucho todavía en los pueblitos y ranchos de México. Esto explica por qué los comales tienen una ligera capa blanca, pero ya verás que no es nada difícil hacerlo en casa y realmente notarás la diferencia.

3 formas de curar un comal de barro nuevo

1. Con cal viva

No vayas por cal a la ferretería, pues la que se usa para curar los comales de barro es la cal viva u óxido de calcio, que puedes conseguir en el mercado. Sirve dos cucharadas de esta cal en un plato y agrega agua hasta formar una pasta, unta esta pasta por ambos lados del comal, puedes hacerlo con una brocha de cocina o con un trapo, pero no con tus manos porque la cal las puede quemar.

Una vez que termines de untar bien ambas caras, deja el comal parado (puedes colocarlo recargado en unos tabiques), de forma que le peguen directamente los rayos del sol. Una vez que se seque, rasca con un cepillito el exceso de cal, luego unta un poco de cal viva seca o, de preferencia, cenizas de leña, y talla en círculos por 5 minutos en el lado donde se colocan las tortillas. ¡Estará listo para usarse!

2. Con cenizas

El proceso con las cenizas es el mismo. Las cenizas se recuperan de la cocción con leña, que es muy frecuente y popular en los pueblitos de México donde aún se usan tradicionalmente los comales de barro.

Forma una pasta con las cenizas añadiendo poco a poco agua, esparce con un trapito por todo el comal, untando ambas caras, deja secar al sol, colocando el comal "paradito" donde le pegue el sol. Ya que se haya secado añade un poco de cenizas secas en la parte de arriba y talla en círculos por 5 minutos, ¡estará curado!

3. Con agua de cal

El proceso es casi el mismo, sólo que en este caso primero haces una agua de cal viva algo espesa, no tanto como una pasta, pero tampoco tan líquida. Pon el comal de barro sobre el fuego, ya sea la leña o sobre la estufa, sumerge una escobetilla o un trapo de cocina limpio hecho bolita en el agua de cal y esparce sobre toda la superficie del comal, hasta dejarlo blanco, luego espera a que se caliente y estará listo para usarse.