¿Vas a comprar un sartén? Estas son las características que debes de tener en cuenta

Nos levantamos con todo el ánimo del mundo echamos aceite de oliva o mantequilla en nuestro sartén, colocamos el huevo con lo que sea que lo vayamos a acompañar y de repente llega un olor raro, como a plástico quemado. ¡Noooo! Colocamos mal el mango de nuestro utensilio y ahora la flama le pegó directamente y se ha quemado.  Y mientras notamos lo que ocurrió, nos damos cuenta de que sin importar el lubricante, el huevo se pegó. 

Hay días de horror en la cocina y muy frecuentemente en la mayoría de ellos hay un sartén de mala calidad involucrado. ¡Sí! Si no se quema, se cae, se desarma o se le pegan muy fácilmente las cosas. La verdad es que aunque juramos que "todavía aguanta" muy en nuestro interior sabemos que  no es así y que debemos de conseguir uno nuevo y de preferencia, mejor. 

Sin embargo, si apenas estás aprendiendo a vivir sola, lo más seguro es que no sepas mucho sobre utensilios de cocina, porque de eso se encargaba tu mamá, pero ahora todo depende de ti. ¡No entres en pánico! Siempre hay una solución para este tipo de problemas, porque no eres ni la primera ni la última persona que pasará por esto, ya que otros que tuvieron la misma crisis han resuelto e incluso diseñado mejores opciones de las que puedes disponer. 

Las buenas herramientas de cocina existen, pero el asunto es saberlas encontrar o más bien: Saber dónde buscar, porque no en todos los lugares pueden entender las necesidades que tienes a la hora de comprar un sartén. Debes de tener en cuenta que lo barato a la larga sale caro, por lo que te recomendamos apartar un presupuesto para comprar un utensilio de buena calidad y que no te salga con "detallitos" o "sorpresitas" por eso hoy traemos para ti algunas recomendaciones para que hagas una buena elección. 

1. Checa la base

La base de un buen sartén debe ser fuerte y resistente, más que nada para evitar que salga volando, mientras cocinas. Cuando la placa de acero es demasiado fina o delgada, se irá deformando con el uso. El fondo de la sartén debe tener una capa de aluminio que distribuya bien el calor. Para probar si su superficie es lisa, colócalo sobre una superficie plana y veremos si es estable. 

2. Elige uno con un buen mango 

La frase "Tienes el sartén por el mango"  seguro surgió a partir de un utensilio sólido y resistente. Esto no sólo es una metáfora, lo más recomendable es que se aplique en la realidad, porque es más fácil maniobrar uno que sea cómodo, ergonómico y seguro, que quemarnos o provocar accidentes con uno que no lo es. Lo mejor es que comprobemos que el mango de un sartén se adapte muy bien a nuestras manos y si está fijado a la sartén por un tornillo, habrá que comprobar que éste no esté suelto o mal unido y, de ser así, fijarlo firmemente.

3. Sé sincero con tu presupuesto

Es importante que ubiques muy bien cuáles son tus necesidades y posibilidades de compra al elegir un sartén. Los de cerámica son una nueva gama con recubrimiento PTFE y son un poco más caros, porque  la producción requiere procesos de fabricación complejos, ya que no es fácil unir un recubrimiento antiadherente a una base metálica. Por otra parte, los antiadherentes son un poco más baratos pues se elaboran a partir de una sustancia llamada politetrafluoroetileno, conocida como teflón.  

4. ¿Cerámica o antiadherente? decide el material 

Actualmente hay sartenes elaboradas a partir de distintas aleaciones de aluminio o acero: de aluminio esmaltado o aluminio fundido y de acero esmaltado, vitrificado o inoxidable. También está la nueva gama de sartenes en el mercado basadas en la cerámica, como ocurre con recubrimiento PTFE. Hay quienes tienen más en cuenta la ecología y apuestan por materiales y procesos de producción más limpios. ¿Cuál es mejor para ti? Eso sólo tú lo sabes.