6 trucos efectivos para conservar las manzanas frescas por más tiempo

¿Te encontraste con una oferta irresistible o ya te aburrió comer tanta manzana o tienes un huerto y puedes cosechar tus propias manzanas y son demasiadas para acabártelas en una semana? No te preocupes, que en este artículo te compartimos seis trucos efectivos para conservar las manzanas frescas por más tiempo, no sólo por semanas, sino incluso por meses.

Las manzanas bien almacenadas pueden llegar a mantenerse como recién cosechadas por hasta dos o tres meses, pero esto depende del tipo de manzana que estás guardando, de sus características físicas e incluso de algunos detalles como el estado en el que se encuentran, por lo que aquí te contamos esos detalles a los que debes prestar atención para guardarlas adecuadamente.

En el mundo se desperdicia comida de forma masiva según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y a Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), pues se calcula que alrededor de "un tercio de todos los alimentos se desperdicia antes de ser consumido". Ayuda al medio ambiente, aprovecha toda la manzana y no te guíes siempre por la apariencia.

6 trucos para conservar las manzanas frescas

1. Elige las más duraderas

Aunque parece que todas las manzanas son lo mismo, existen diferencias más allá de sus colores, como que son más dulces o más ácidas, unas con la pulpa más harinosa, otras con piel más fina o con mayor textura, etcétera. Si quieres que duren por más tiempo almacenadas elige las que son menos dulces, con una cáscara más gruesa y firme, evita las harinosas y prefiere las más pequeñas.

2. Evita esto

Nunca juntes manzanas con verduras, ya que estas frutas desprenden etileno, un gas que ayuda a la maduración, lo que potencia que los vegetales alrededor aceleren este proceso, incluyendo a las propias manzanas, por eso, lo mejor es almacenarlas separadas. También evita quitarle el tallo, pues éste posee nutrientes como hierro y fibra que podrían mantener en mejor estado a tus manzanas.

3. Protege de magulladuras

Las manzanas, como cualquier otro alimento, puede sufrir magullduras, golpes, roturas o cortes que afectan su constitución y favorecen su maduración. Al comprarlas elige manzanas que estén en buen estado, pero si las compras a granel sólo separa las que estén con magulladuras o defectos visibles, córtales este trozo y aplica jugo de limón para evitar que se oxiden.

Usa primero las que estén en peor estado y si llegas a encontrar alguna con moho, deséchala de inmediato.

4. Guarda en el refrigerador

Un tip muy útil para conservar las manzanas es guardarlas en el refrigerador, de preferencia en una bolsa térmica para vegetales, seca y separada de otros alimentos. Esto es efectivo porque las manzanas son frutas climatéricas, es decir, que siguen madurando después de su recolección, pero contrario a los plátanos, las manzanas se llevan bien con el frío.

Lo mejor para mantenerlas en buenas condiciones es en áreas frescas, puede ser incluso a temperatura ambiente si vives en un lugar frío, o en el refri donde no esté en contacto con la humedad, por eso es bueno usar bolsas de plástico especiales o envuélvelas en papel estraza y mételas en una bolsa de plástico para evitar que suden, en la parte más baja del refri y evita meterlas al congelador.

5. Envuelve en periódico

Para conservar por más tiempo las manzanas puedes almacenarlas de esta manera: elige las manzanas más frescas, menos maduras y que sean más duraderas (como las que te describimos en el primer punto); descarta las que tengan hoyos, magulladuras, cortes u hongo; envuelve cada manzana en un pedazo de periódico y ve colocando una a una en un huacal o caja con rejilla, para que estén bien aireadas.

Procura colocar un mínimo de separación entre cada manzana y sólo poner una cama o un nivel en la caja. Guarda esta caja en un lugar fresco (que tenga unos 10 grados C) y con sombra, así conservarás esta fruta por hasta tres meses.

6. Usa aceite de oliva

Para que las manzanas te duren por semanas frescas es muy sencillo, sólo humedece un trapo con aceite de oliva virgen y talla la cáscara, de modo que toda la superficie de la cáscara quede bien engrasada. Cuando las vayas a consumir lávalas como acostumbras, notarás que siguen frescas como el primer día que las compraste.