De acuerdo a las indicaciones que el gobierno del país ha brindado, buena parte de este 2021 seguiremos disfrutando de la compañía de los más pequeños del hogar pues su modalidad escolar seguirá siendo virtual. Esto, no solo nos brinda la oportunidad de pasar más tiempo con ellos, sino también de poner más atención en su alimentación.

Conforme a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, además de las tres comidas diarias, es importante hacer colaciones entre ellas para que, tanto adultos como niños, lleven una vida saludable. Pero, en el caso de los menores, esto tiene una mayor importancia ya que requieren de la suficiente energía para seguir tomando sus clases y para tener un desarrollo pleno.

Sabemos que esto podría resultar complicado al principio, pero te aseguramos que con los siguientes tips, no tendrás que preocuparte por conseguir que tus hijos coman mejor.

5 tips para preparar refrigerios saludables para niños

1. Aprender a comer

Para empezar, es importante entender que permitirle a las niñas y a los niños que sean ellos quienes decidan y tengan autonomía sobre qué alimentos comer y cuánto servirse les brindará una mayor seguridad y permitirá que poco a poco aprendan a comer.

Ahora bien, sabemos que a esta edad cualquier menor preferiría dejar de lado permanentemente los vegetales y vivir de dulces y golosinas. Por ello, es importante que sean los padres quienes decidan los alimentos que se comprarán y estarán disponibles en el hogar. Así, los pequeños del hogar podrán elegir sus alimentos desde una selección que contemple sus necesidades nutrimentales.

2. ¿Cómo conseguir que coman vegetales?

La pregunta del millón. El que los pequeños eviten a toda costa estos alimentos es un problema bastante común pero no irremediable. Para ello existen dos alternativas. La primera consiste en experimentar, prueba cocinando las verduras de diferentes maneras, puedes cocerla, saltearla, hervirla y también formar combinaciones coloridas que resulten atractivas a la vista.

Si esto no es suficiente, muchas veces también funciona el enseñarles de dónde provienen los vegetales y hierbas  y cómo es que van creciendo, por lo que tener un pequeño huerto urbano en casa es una alternativa que no solo les enseñara a comer, sino que además les permitirá pasar tiempo de calidad juntos cuando tengan tiempo libre.

3. Echa a volar la imaginación

Muchas veces los colores y texturas de un alimento pueden intensificar el desagrado de los niños por ciertos alimentos. Cuando esto pasa, lo mejor que podemos hacer es echar a volar la imaginación y jugar con diferentes figuras. Los más populares- y también los que mejor efecto surten- suelen ser los rostros de animalitos, para los que puedes usar desde vegetales, frutos secos y hasta trocitos de queso y jamón.

4. Nuevos alimentos

Cuando introduzcas nuevos ingredientes, trata de hacerlo uno a la vez y en cantidades pequeñas al principio. Cuando hagas esto, es importante que no te muestres indeciso o inseguro de hacerlo y que le sirvas en pequeñas dosis para que poco a poco vayas aumentándolas. A la par, trata de servirlos antes de las comidas, cuando los pequeños tengan el suficiente apetito.

5. No hay alimentos buenos ni alimentos malos

Finalmente, no olvides que estigmatizar la comida (sin importar cual sea) nunca será la solución. Si bien es importante que para los bocadillos utilices alimentos ricos en nutrientes y que promuevan su desarrollo, tal como es el caso de los lácteos, los pescados grasos, los frutos secos, legumbres, verduras y cremas vegetales (como el hummus); también puedes introducir ingredientes que les sean más apetecibles (las palomitas de maíz siempre funcionan).