5 tips para hacerle frente a la Cuesta de Enero con tu despensa

La cuesta de enero no es algo nuevo; sin embargo, este año podría representar uno de los más duros para muchas familias debido a la pérdida de empleos, la baja de salarios, la falta de aguinaldos, el aumento de precios en algunos productos básicos por la inflación, entre otros efectos producidos por la crisis económica generada por la pandemia de la Covid-19.

Cada año, se repite el consejo de evitar gastar el aguinaldo, ahorrar y cuidar el salario para prevenir la crisis económica que deviene al cierre del año, aunque también persiste en las personas una especie de gusto o necesidad por disfrutar de los recursos económicos como si éstos no fueran a hacer falta en el año nuevo.

Por esta razón queremos compartir contigo cinco tips o consejos que pueden ayudarte a hacerle frente a la famosa cuesta de enero a través de tu alimentación y tu despensa, de tal forma que logres ahorrar algunos recursos y sepas administrar los que tengas de una forma inteligente para darle un respiro a tu presupuesto.

5 tips para hacerle frente a la cuesta de enero

1. Planea y estructura un presupuesto

Para comenzar, es muy importante que hagas cuentas, de esta forma sabrás con cuánto dinero cuentas y de qué forma puedes disponer de tus ingresos. Planea en una hoja de papel o en la computadora, como mejor te sientas, los recursos que necesitas durante un mes, por ejemplo, azúcar, leche, huevo, sal, sopas, legumbres, etcétera.

Los productos perecederos son los más fáciles de considerar porque la mayoría tiene una fecha de vencimiento mayor, es decir, que pueden durar más tiempo almacenados en tu alacena sin problema. Anticipa el presupuesto que has destinado a esta despensa y respétalo.

2. Divide compras en mercado y supermercado

En el supermercado siempre es más conveniente comprar productos perecederos, especialmente puedes buscar aquellos supermercados en los que se vende por mayoreo o que fungen como bodegas, pues los precios son más bajos. En tanto, consigue los productos frescos como frutas, verduras o carnes en los mercados, pues tienen un costo menos elevado y son de mejor calidad.

3. Prepara tu propia comida

La pandemia puso a la mayoría de las personas a cocinar, pues al estar cerrados los restaurantes y la mayoría de la población en confinamiento, no queda de otra que meterse a la cocina y experimentar. Sin embargo, algunos todavía se resisten o debido al aumento de tareas para hacer en la casa, ocurre que se vuelve costumbre pedir a domicilio.

Si bien es bueno activar la economía de los establecimientos locales, también considera que este gasto puede ser una fuerte salida de dinero para tu bolsillo. Lo ideal es que optes por guisar la mayor parte del tiempo en casa y no sobrepases de una o dos veces por semana el servicio a domicilio, tu cuenta te lo agradecerá.

4. Busca recetas económicas

Aunque parece imposible comer sano y barato, lo es si pones en práctica estos consejos desde el tip 1, pues desde ahí comienzas a planear lo que vas a comer durante una semana y mejor aún, durante un mes. Te recomendamos instaurar un día a la semana sin carne, que no sólo será benéfico para tu bolsillo, sino también para tu salud.

Busca productos menos costosos, pero nutritivos, como las frutas y verduras, especialmente de temporada, que son mucho más económicos, frescos e ideales para la estación del tiempo que atraviesas. Recuerda que invertir en una comida saludable es prevenir enfermedades y evitar gastos en farmacias y médicos, sin contar con los riesgos de la pandemia.

5. No desperdicies

Desgraciadamente y a pesar de las crisis ambientales y de alimentación en el mundo, existen muchas personas que siguen desperdiciando su comida. Recuerda que es importante cuidar las porciones de lo que compras, de lo que preparas y la forma en la que lo conservas. Si es necesario recuerda dividir las porciones y guardarlas en el congelador.

Ahora bien, las sobras siempre pueden ser una forma de ahorrar tus recursos financieros y alimentarios. Si te sobró pasta, puedes usarla al día siguiente como parte de una guarnición, o si te sobró caldo de pollo puedes separar el consomé y emplearlo en otros guisados, mientras que el pollo lo puedes hacer en una ensalada o en unos tacos dorados. Estos son sólo ejemplos de lo que puedes lograr si te lo propones.