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Guía fácil para aprender a curar un molcajete y no morir en el intento

Si ya compraste tu molcajete y quieres comenzar a cocinar, primero debes curarlo antes de empezar
jueves, 17 de septiembre de 2020 · 18:12

Sabemos que te tomaste tu tiempo y hasta dudaste en poco en comprar ese molcajete que ahora está en tus manos, así que seguramente ya estés pensando en todas las preparaciones que puedes hacer en él, o tal vez lo hayas dejado en una repisa como un elemento decorativo ya que es muy bello para adornar cualquier cocina. Pero si planeas comenzar a usarlo es mejor que des un paso atrás, ya que este tipo de utensilios necesitan de un "curado" especial para eliminar impurezas de fabricación. 

Cuando nos referimos a que debes "curar" tu molcajete antes de usarlo, hacemos referencia a que debes asegurarte de quitar todo el exceso del material con el que fue fabricado, ya que pequeños residuos podrían como la piedra podrían quedar dentro de tus alimentos. Y por supuesto no quieres encontrarte con un pedazo de piedra en tu salsa favorita o peor aún, masticarla y hasta causar o causarte un daño en los dientes. 

El nombre de molcajete proviene de las palabras náhuatl molli 'guisado, salsa', y caxitl, 'cajete o escudilla', el cual siempre viene acompañado de una piedra para moler mejor conocido como tejolote, también del náhuatl texolotl, que significa 'muñón de piedra'. Este tipo de utensilio es elaborado con piedra volcánica extraída en su mayoría de las minas, lo cual le da su característico diseño poroso que otorga un sabor mineral a las salsas que se preparan en él y que no puede conseguirse con otros instrumentos como la licuadora. 

Cómo curar un molcajete

Antes de comenzar, debes saber que curar un molcajete toma tiempo y mucha fuerza, así que ten mucha paciencia porque la vas a necesitar.

¿Qué necesitas?

3 cucharadas soperas de arroz (no importa el tipo)

1 cucharada de sal gruesa

2 cucharadas de aceite 

1 chile picado

1 diente de ajo

Para comenzar, agrega el arroz directo al molcajete junto con la cucharada de sal gruesa (también puede ser sal de mesa), y con movimiento giratorios de muñeca, muele con el tejolote los ingredientes. Intenta empezar de la base hasta la parte más alta del cuenco, esto limará los picos de piedra que hayan quedado sueltos. 

Mantén este mismo movimiento por al menos unos 5 minutos, y los ingredientes se comenzarán a tornar un tanto grisáceos por el desprendimiento del polvo de la piedra. Intenta que todos los granos de sal y arroz se mantengan dentro del molcajete para mejorar el proceso. Si te resulta un tanto difícil mantener el mismo movimiento, puedes hacer variaciones de este, pero cuidando de cubrir toda la superficie del cuenco. 

Si después de un par de minutos te resulta muy complicado este proceso, agrega el aceite, el chile y el ajo, y sigue moliendo, como si trataras de hacer una pequeña salsa en tu molcajete. Recuerda que debes abarcar toda la superficie de tu molcajete para que de resultado. Sigue por otros 5 minutos con estos movimientos. 

Una vez que terminaste, es hora de deshacerte de todos los ingredientes que pusiste dentro del molcajete y ahora es tiempo de lavarlo con bastante agua y jabón para eliminar todos los residuos. Y listo, ya puedes comenzar a hacer tus salsas favoritas y sorprender a todos. 

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