5 trucos para poder identificar si un yogurt es de calidad o no

Hace un par de días, se generó un debate tras las sanciones impuestas y el veto de la comercialización de algunos productos como el queso y el yogurt, los cuales fueron dados a conocer por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), y la Secretaría de Economía (SE), ya que incumplían con lo establecido en las Normas Oficiales Mexicanas. Si bien algunas de las marcas salieron a defender y aclarar su situación, esta problemática causó que muchos de los consumidores comenzarán a preguntarse cuál era la forma más eficaz de identificar los artículos de mejor calidad. 

Según los datos establecidos en la Norma Oficial Mexicana NOM-181-SCFI-2010 señala en el apartado 5.1 que el yogurt en su denominación comercial es "el producto obtenido de la fermentación de leche, estandarizada o no, por medio de la acción de microorganismos Streptococcus thermophilus y Lactobacillus delbrueckii subespecie bulgaricus, y teniendo como resultado la reducción del pH", y en caso de tener algún cultivo lácteo adicional éste deberá ser especificado junto a la palabra "yogurt". 

Mientras que en su numeral 5.2.1.1 se indica que "el yogurt saborizado o con fruta podrá contener hasta 50% (m/m) de ingredientes no lácteos, a saber: edulcorantes, frutas y verduras, así como jugos, purés, pastas, preparados y conservadores derivados de los mismos, cereales, miel, chocolate, frutos secos, café, especias y otros alimentos aromatizantes naturales e inocuos y/o sabores."

En tanto el yogurt natural deberá cumplir con las especificaciones que indican que "la relación de la caseína proteína láctea presente en el producto final debe ser al menos de 70% (m/m)", "La proporción de proteína láctea respecto a los sólidos lácteos no grasos totales contenidos en el yogurt, no debe disminuir respecto de la proporción de proteína láctea presente originalmente en la leche", todo esto adicionado al establecimiento legal y normativo emitido por la Secretaría de Salud. 

Cómo identificar un yogurt de calidad

El yogurt es uno de los alimentos preferidos de los mexicanos, ya que se trata de uno de los productos más sencillos de comer, en especial en esos días en los que la prisa no nos deja desayunar de la forma más adecuada. Este artículo lácteo es una gran fuente de bacterias vivas benéficas para la salud del sistema digestivo, así como la regulación de la flora intestinal y por supuesto es un gran aliado para la mejora de la salud ósea, en especial en niños y en adultos mayores. 

Acidez

Una de las principales características para saber si estamos consumiendo un yogurt de buena calidad es justamente por su nivel de acidez, ya que su nivel mínimo de acuerdo a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este debe ser del 0.5% y no debe sobrepasar los 25 gramos de azúcares libres. 

Azúcares añadidos o edulcorantes

Antes de llevar a casa un yogurt es importante leer el contenido de las etiquetas, ya que en este podremos encontrar si se le han añadido azúcares o edulcorantes, ya que hay productos que aseguran ser libres de azúcares añadidos, pero en su composición sí llevan edulcorantes. Otro factor importante es saber distinguir entre el yogurt con "sabor a fruta" y el "elaborado" con fruta, pues es una gran diferencia en el que se usan saborizantes artificiales. En el caso del yogurt natural -el más recomendado-, revisa bien que sí se trate de un yogurt sin saborizantes o endulzantes. 

Porcentaje de leche

Es bien sabido que el yogurt proviene de la leche, por lo que cada uno de estos productos debe al menos tener un 3.1% de proteína de leche, esto en el caso de los naturales; mientras que en los saborizados o con fruta, así como los bebibles o batidos, estos deben contener el 2.10% y el 1.60% de proteína de leche respectivamente. 

Refrigeración constante

Procura que cualquier tipo de yogurt que elijas, siempre esté en refrigeración constante, ya que de esto depende que mantenga sus características principales como sus bacterias vivas, e incluso revisa a detalle la fecha de caducidad de los mismos, que el empaque no esté dañado o inflado, ya que esto podría poner en riesgo tu salud. 

Textura cremosa

Un buen yogurt debe tener esa consistencia cremosa -sin contar con nata añadida-, esa que se logra mediante su proceso de elaboración. Además, debe quedarse por unos segundos dentro del gusto del paladar, al igual que cuando tomas un vaso de leche, lo que nos indica que su elaboración es la correcta.