Tendencias

Monos a la obra: Agricultores entrenan a estos animales para recolectar cocos de las palmeras

Agricultores entrenan monos para recolectar cocos; una práctica tradicional que genera debate por su eficiencia y posible explotación animal en diferentes países como Tailandia

Monos a la obra: Agricultores entrenan a estos animales para recolectar cocos de las palmeras
De esta forma los monos son utilizados para bajar cocos de las palmeras; sustituyen al ser humano Foto: Tiktok: funresearinstitut / Canva

En varias regiones del mundo como Tailandia, la recolección de cocos es una labor tan antigua como desafiante. Subir a lo alto de las palmeras implica riesgos significativos para los trabajadores, que deben escalar varios metros y manipular herramientas filosas mientras equilibran su peso. Este oficio requiere destreza, fuerza y resistencia, por lo que se ha buscado durante décadas una forma más segura y eficiente de realizarlo.

Con el paso del tiempo, algunos agricultores encontraron un aliado inesperado: los monos. Estos animales, dotados de gran agilidad y habilidad para trepar, pueden escalar palmeras con facilidad y rapidez. Su participación ha cambiado la forma en que muchas comunidades recolectan los cocos, convirtiéndose en un ejemplo peculiar de colaboración entre humanos y fauna.

El uso de monos entrenados no solo ha generado curiosidad y asombro en redes sociales, sino también un intenso debate sobre la ética de emplear animales en labores agrícolas. Mientras algunos defienden esta práctica como parte de tradiciones centenarias, otros cuestionan si se trata de una forma de explotación animal. Esta discusión se ha vuelto aún más visible gracias al creador de contenido Emanuel Rodríguez, conocido como Animaldexx, quien ha publicado un vídeo donde explica cómo, en países como Tailandia, los monos son entrenados específicamente para recolectar cocos de las palmeras.

 

Eficiencia, tradición y controversia

De acuerdo a los agricultores, el uso de monos representa una alternativa más económica que contratar cuadrillas de trabajadores especializados. Asimismo, los animales pueden trepar con rapidez y alcanzar alturas que serían peligrosas para las personas. Además, su entrenamiento suele transmitirse de generación en generación, como parte de oficios familiares. Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos de los animales han denunciado que en algunos casos los monos son capturados de forma ilegal o mantenidos en condiciones inadecuadas.

Miles de personas sostienen que obligarlos a trabajar es una forma de maltrato, sin importar la antigüedad de la costumbre. Hoy en día, la recolección de cocos con monos se encuentra en el centro de un debate que combina tradición, economía y conciencia ética. Mientras en algunos lugares se mantiene como una actividad respetada, en otros se han impulsado regulaciones más estrictas o prohibiciones directas.

Ante la creciente atención internacional, algunos productores han comenzado a modernizar sus métodos e incorporar tecnologías mecánicas que sustituyen el uso de animales entrenados. Por ahora, los monos recolectores continúan siendo un ejemplo de cómo la relación entre humanos y naturaleza puede dar lugar a soluciones ingeniosas, pero también a profundos dilemas éticos.

 

Temas