Cuando pensamos en hongos o setas, lo primero que viene a la mente es su lugar en la cocina: en una quesadilla, en una sopa o como parte de un guisado. Pero resulta que estos organismos del reino fungi tienen mucho más que ofrecer. Hoy, gracias a avances científicos, las setas podrían convertirse en material para fabricar bolsas, ropa, muebles e incluso reemplazar al plástico no reciclable.
La moda, como muchas otras industrias, busca nuevas formas de producir sin afectar tanto al planeta. Por eso, cada vez toma más fuerza el uso de biomateriales, es decir, materiales de origen biológico que pueden ser una alternativa al cuero o al plástico. Ahora bien, las setas y sus raíces están demostrando que tienen un gran potencial en esta industria.
No se trata solo de una idea futurista. En Europa, investigadores han logrado cultivar un tipo especial de material con base en el micelio —la parte subterránea de los hongos— para fabricar un bolso totalmente biodegradable. Este hallazgo podría cambiar por completo la manera en que se diseñan los accesorios y productos de moda.

¿Qué es el micelio y por qué es tan especial?
El micelio es como la raíz de los hongos. Aunque no lo veamos a simple vista, es una red blanca de filamentos que crece debajo del suelo, sobre madera o residuos orgánicos. Esa estructura tiene la capacidad de crecer en diferentes condiciones y formar un material resistente y flexible, ideal para fabricar cosas como cuero vegetal.
En la Vrije Universiteit Brussel (VUB), un grupo de científicos se dio a la tarea de cultivar cepas de micelio en laboratorio. Lo que hicieron fue seleccionar las que formaban una red más densa y resistente. Con esas cepas, comenzaron a experimentar en placas de Petri, alimentándolas con residuos orgánicos. Así lograron obtener un biomaterial firme, que no necesita químicos ni procesos industriales contaminantes.
Lo mejor es que este material no solo sustituye al cuero animal, sino que también es completamente biodegradable. Esto significa que, después de cumplir su vida útil, se descompone sin dejar residuos tóxicos ni contaminar el medio ambiente.
El bolso de micelio 100% biodegradable
Con el material en mano, los investigadores se aliaron con Anouk Verstuyft, diseñadora y desarrolladora de productos. Ella fue la encargada de crear el primer bolso con micelio usando técnicas de corte y grabado láser. El resultado fue un prototipo resistente, flexible y moderno, completamente libre de cuero animal o plásticos.
Aunque este bolso aún no está a la venta, el equipo está convencido de que es solo el comienzo. Ya están pensando en cómo darle color, mejorar su durabilidad e incluso usar el material para fabricar otros accesorios, como carteras, mochilas o portafolios. Este avance pone sobre la mesa que el futuro de la moda puede estar en materiales que hoy damos por sentados. El uso de hongos y micelio promete crear productos funcionales, bonitos y responsables con el medio ambiente.