Para muchas culturas de América Latina, el huevo no solo es un elemento básico en su dieta, también es un elemento muy importante para rituales y tradiciones de sanación espiritual. Las llamadas limpias con huevo son prácticas que han pasado de generación en generación a lo largo de siglos como una forma de liberar energía negativa y arreglar desequilibrios espirituales que impactan tanto en el cuerpo como en el ánimo de la persona. Pero ¿por qué se utiliza exactamente este alimento?
Aunque no existe una base científica que respalde el tipo de rituales que se llevan a cabo con el huevo, muchas personas aseguran que al realizar este tipo de prácticas experimentan una sensación de alivio o bienestar. Por eso, este tipo de limpias han ganado una gran popularidad en todo tipo de comunidades y, a menudo, es usada como una forma de buscar el equilibrio energético, pero también para reconectar con nuestras tradiciones y raíces.
Este tipo de rituales suelen realizarse cuando una persona siente malestares sin causa aparente, cansancio o sospecha de trabajos espirituales hechos en su contra, bloqueos emocionales o incluso después de vivir una experiencia traumática o negativa. Pues mediante la lectura del ritual de la limpia con huevo, muchas personas creen poder identificar exactamente cuál es el mal que está aquejando a esta persona y, muchas veces, eliminar las energías negativas acumuladas en el cuerpo mediante la práctica de la limpieza.
¿Por qué se utiliza el huevo para la limpieza energética?
El huevo se suele utilizar en rituales por su capacidad simbólica. Para muchas culturas, este alimento representa la vida, el nacimiento y la transformación. Del mismo modo, su forma y cáscara han sido asociadas con la capacidad de contener y proteger, y se cree que el huevo puede absorber las vibraciones densas, las malas intenciones o emociones negativas acumuladas. De ahí que sea el elemento elegido para limpiar la energía del cuerpo.
Durante una limpia, el huevo fresco —que usualmente es de gallina— se pasa lentamente por todo el cuerpo, desde la cabeza hasta los pies, y a menudo esta práctica es acompañada de oraciones, invocaciones y otros elementos ritualistas como hierbas o bebidas alcohólicas. Al finalizar la limpieza, el huevo se rompe sobre un vaso de agua y, dependiendo de las formas que se presenten en la clara o la yema, se puede leer la energía de la persona que ha recibido la limpieza.
Aunque la interpretación del huevo varía según las tradiciones y las costumbres de las personas que realizan la práctica, muchas personas consideran que elementos como burbujas, figuras, filamentos, telarañas u otros elementos similares son señales de que el huevo absorbió energía negativa, y es por eso que el ritual se considera exitoso. Esta práctica, más allá de lo esotérico, también es un acto simbólico de renovación emocional e introspección, por eso es que suele ser tan popular, y a causa de ello, el huevo sigue siendo un ingrediente bastante utilizado en este tipo de tradiciones.
