En México, el maíz no solo es parte de la dieta: también forma parte de nuestra identidad. Desde tiempos prehispánicos, los granos de maíz han sido básicos para la alimentación de las civilizaciones mesoamericanas, y también un eje central en su cosmovisión. Además, desde hace siglos ha sido el corazón de tradiciones y parte de rituales.
Lo usamos para preparar una gran variedad de platillos: tortillas, tamales, atole, esquites, elotes y, claro, pozole. Sin embargo, no todos saben que existen distintas variedades, muchas de ellas consideradas maíces originarios. Tan solo en México hay cerca de 64 razas de maíz, cada una con usos distintos en la gastronomía.
En esta ocasión, te compartimos un poco sobre el maíz cacahuazintle, una variedad clasificada como nativa. Su nombre viene del náhuatl cacahuacentli, que significa “mazorca o elote delgado como cacao”. Tiene su origen en el Valle de Toluca, y aunque hoy se cultiva en otras partes del país, sigue siendo parte de la identidad gastronómica del centro de México. Sigue leyendo y entérate por qué es tan importante.

¿Por qué es tan importante el maíz cacahuazintle?
¿Cómo no lo sería? Si con este maíz se prepara uno de los platillos más queridos por los mexicanos: el pozole. Ya sea rojo, verde o blanco, el pozole no sería lo mismo sin el grano cacahuazintle, ese que revienta al cocerse y da esa textura tan característica. No es cualquier maíz, es el maíz del pozole.
Y es no todo, porque en Tlaxcala, por ejemplo, se usa para hacer pinole, tamales y un dulce típico que se prepara con piloncillo. Mientras tanto, en Hidalgo, hay una bebida tradicional llamada achocote que se elabora con masa fermentada de este grano. Incluso en la CDMX puedes encontrar el elote asado o hervido en puestos callejeros, servido con limón, sal y chile en polvo, como una botana reconfortante.

Beneficios del cacahuazintle
Además de ser una delicia, el maíz cacahuazintle es nutritivo. Aporta hierro, potasio y magnesio, minerales esenciales que ayudan al cuerpo a transportar oxígeno y a mantener los órganos funcionando bien. También contiene carbohidratos complejos, proteínas y fibra, lo que lo convierte en una excelente opción para dar energía y mejorar la digestión.
Pero su verdadero “superpoder” llega con la nixtamalización, ese proceso en el que se cuece con cal. Esto no solo mejora su sabor y textura, también aumenta la absorción de calcio y niacina, y potencia el contenido de aminoácidos esenciales, como la lisina y la leucina. Todo esto lo convierte en un alimento mucho más completo que muchos cereales comerciales.