El ceviche es uno de los platillos más emblemáticos y representativos de la gastronomía latinoamericana, especialmente en Perú y México. Su frescura, sabor y sencillez han conquistado paladares alrededor del mundo, pero pocas personas conocen realmente cómo este delicioso plato llegó a ambos países y cómo evolucionó hasta convertirse en un ícono cultural. Más allá de ser un simple plato de pescado marinado, el ceviche encierra siglos de historia que reflejan intercambios culturales y tradiciones ancestrales.
Aunque hoy el ceviche peruano y el ceviche mexicano presentan claras diferencias en ingredientes y preparación, ambos comparten un origen que se remonta a tiempos prehispánicos y la influencia de culturas externas, como la llegada de los españoles y el contacto con otras regiones del Pacífico y América. La historia del ceviche revela una mezcla fascinante de tradiciones indígenas, técnicas culinarias y la adaptación a productos locales que moldearon la receta que conocemos hoy.
Esta historia poco conocida nos lleva a descubrir cómo un platillo aparentemente sencillo es en realidad el resultado de una larga evolución que incluye ingredientes autóctonos, intercambios comerciales y hasta influencias de otros continentes. Por ello, es interesante explorar cómo el ceviche llegó a Perú y México, y cómo cada país le dio su toque único para convertirlo en un símbolo gastronómico nacional.

El ceviche en Perú: raíces ancestrales y la influencia morisca
El ceviche peruano tiene raíces que se remontan a las culturas preincaicas, especialmente a las civilizaciones que habitaban la costa, donde el consumo de pescados y mariscos frescos era fundamental. Los pueblos originarios ya utilizaban técnicas de marinado con jugos ácidos de frutas nativas, como el tumbo o la chicha, para preservar y sazonar los pescados. Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, se introdujo el limón, cuyo ácido fue adoptado para “cocinar” el pescado en frío.
Además, se cree que la influencia morisca —proveniente de la península ibérica— aportó el uso de técnicas de marinados y condimentos como el ají, que enriquecieron el platillo. Así, el ceviche evolucionó hasta incluir ingredientes frescos como la cebolla, el cilantro y el ají limo, además del clásico limón, dando origen a la versión que hoy es reconocida mundialmente como un símbolo de la cocina peruana.

La llegada del ceviche a México: adaptación y mezcla cultural
En México, el ceviche también tiene un origen prehispánico, especialmente en las regiones costeras del Pacífico y el Golfo de México, donde las culturas indígenas consumían pescados y mariscos frescos con salsas ácidas elaboradas con frutas como el jitomate y el limón. Sin embargo, la receta mexicana tomó un giro particular con la influencia española y la introducción de nuevos ingredientes y técnicas culinarias. El ceviche mexicano suele prepararse con ingredientes como jitomate, cebolla, cilantro, chiles frescos y jugo de limón, combinando sabores intensos y picantes que reflejan la riqueza gastronómica del país.
La adaptación local del ceviche en México muestra cómo se mezclaron ingredientes autóctonos con influencias externas, creando una variante distinta pero igualmente apreciada que refleja la diversidad cultural del país. Más allá de ser un plato delicioso, el ceviche representa un puente cultural que une a Perú, México y a otros países de Latinoamérica a través de la historia, la migración y el intercambio culinario. Aunque cada país le ha dado su identidad propia, ambos comparten la tradición de marinar pescado fresco en jugos ácidos, lo que habla de un legado común que trasciende fronteras.
Hoy en día, el ceviche sigue evolucionando y adaptándose, incorporando nuevas técnicas e ingredientes, pero siempre manteniendo ese equilibrio entre tradición y modernidad. La historia del ceviche es un reflejo de cómo la gastronomía puede contar historias profundas sobre la identidad, la cultura y la historia compartida entre pueblos.