Cada año, la Guía Michelin genera expectativas en el mundo gastronómico. Desde chefs reconocidos hasta nuevos talentos, todos esperan con ansias la ceremonia que reconoce lo mejor de la cocina. México no se queda atrás, y este 2025 se suma una vez más a los países que forman parte de esta selección tan esperada.
Entre las famosas estrellas Michelin, hay una en particular que pocos conocen: la Estrella Verde. Aunque no genera tanto revuelo como las tradicionales, esta distinción tiene un mensaje poderoso detrás. Y justo por eso vale la pena hablar de ella, en especial ahora que estamos a nada de conocer la lista de este año.
Con la ceremonia de la Guía Michelin México 2025 a la vuelta de la esquina, es buen momento para entender qué representa esta estrella verde, por qué está cobrando importancia y qué significa para los restaurantes que la reciben. Porque más allá del sabor, también se trata de responsabilidad.

¿Qué es la Estrella Verde Michelin?
En 2020, la Guía Michelin decidió sumar una nueva categoría que reconociera no solo la calidad de los platillos, sino el compromiso con la sostenibilidad. Así nació la Estrella Verde, una distinción que premia a los restaurantes que aplican prácticas responsables con el medio ambiente y que promueven una cocina más ética.
El objetivo es simple: destacar a aquellos chefs y equipos que hacen un esfuerzo por cambiar la industria desde dentro. Esto va desde el uso de ingredientes locales y de temporada, hasta métodos de cultivo responsables, reducción de desperdicios y gestión eficiente de recursos.
El símbolo de esta estrella es un trébol verde, y su nombre de "Estrella Verde" fue elegido a través de una dinámica en redes sociales. Un guiño claro a la naturaleza y a la biodiversidad. Con ella, la Guía Michelin busca impulsar un modelo de gastronomía que no solo sea excelente en sabor, sino también en conciencia ecológica.
¿Qué se toma en cuenta para que un restaurante obtenga la Estrella Verde Michelin?
Se toma en cuenta, por ejemplo, el cuidado en la elección de los ingredientes —su origen, frescura y si son de temporada—, así como el equilibrio en los menús, el manejo responsable de los residuos y el uso consciente del agua y la energía. También valoran si el restaurante fomenta la educación ambiental dentro de su equipo y entre los comensales.
Algunos restaurantes incluso van más allá: promueven la economía local, garantizan su autonomía energética o diseñan sistemas para reutilizar sus desechos. La clave es que cada decisión tenga un impacto real en el entorno y que el compromiso con la sostenibilidad sea constante, no una simple estrategia de marketing.