Durante uno de los festivales gastronómicos más destacados en toda Europa, la figura del chef mexicano y la cocina mexicana se robaron las miradas al presentar una cochinita pibil cocinada bajo tierra al más puro estilo tradicional. Esta escena, ocurrida en el Meat & Fire 2025 en Barcelona, España, resultó ser un momento en donde la cocina ancestral de México fue la protagonista total entre fuego, tierra y raíces culturales.
El chef Pedro Evia fue el encargado de esta preparación, acompañado de Joan Bagur, y consistió en recrear un pib, que es el método maya de cocción bajo tierra, pero adaptándolo para el entorno urbano del festival. En lugar de cavar directamente en la tierra, se construyó un horno especial con ladrillo y arena que emulaba fielmente el calor envolvente del subsuelo, respetando así la técnica original y la esencia, pero con un método adaptado.
Este evento duró tres días, durante los cuales los asistentes pudieron presenciar en vivo todo el ritual de cocción de este plato tan tradicional, desde el entierro hasta la presentación de la carne, que, marinada en achiotes y cítricos y cocinada lentamente hasta alcanzar la textura suave, atrajo la atención de miles de curiosos y amantes de la cocina. Esta versión moderna del pib no solo fue una preparación culinaria, también fue un homenaje a las técnicas tradicionales y una experiencia sensorial.

De Yucatán para el mundo
Con la realización de este pib, el público pudo disfrutar de tacos elaborados con la cochinita recién salida del horno de forma tradicional, llevando el sabor de México y Yucatán hasta Barcelona, pues en cada jornada, durante los tres días del evento, se realizó la cocción ceremonial de la cochinita. Juntando más de 140 kilos diarios de carne, enamoraron a los más de 25,000 asistentes que se dieron cita en este evento.
Para los involucrados, este proyecto fue una forma de reconocer y rendir homenaje a las tradiciones del sureste mexicano, llevándolas por primera vez, en el caso del pib, a un escenario internacional con respeto y emoción, no como forma de espectáculo, sino como una forma de contar a través de la cocina el alma y la historia de la cocina yucateca, una forma de difundir la riqueza gastronómica mexicana en el mundo.

Así, el festival Meat & Fire se ha consolidado como un espacio multicultural donde la cocina y el fuego son protagonistas, abriendo esta vez sus puertas a una de las técnicas más antiguas de México y que más ha marcado la identidad de nuestra cocina. La presencia del pib yucateco y la esencia culinaria de Yucatán no solo aportó sabor, también abrió un porte cultural muy importante entre el Mediterráneo, México y, por supuesto, la península de Yucatán.