Tras la elección de Robert Francis Prevost como el nuevo Papa León XIV, el mundo ha comenzado a mirar con curiosidad la historia y los lugares que marcaron su camino espiritual. Uno de ellos es Chiclayo, en el norte de Perú, ciudad donde ejerció como obispo por más de una década.
Conocida como la “Capital de la Amistad”, esta localidad no solo guarda un vínculo estrecho con la fe, sino también con una rica tradición gastronómica que incluye una bebida emblemática de raíces prehispánicas que seguro el nuevo Sumo Pontífice tuvo la oportunidad de disfrutar cuando sirvió en esta comunidad.
Esta bebida tradicional de Chiclayo en Perú, es nada más ni nada menos que la chicha de jora, uno de los elementos culinarios que destaca no solo por su sabor, sino por su valor cultural y ceremonial. A continuación te contamos más sobre esta preparación peruana que seguramente el nuevo Papa León XIV tuvo la oportunidad de disfrutar cuando sirvió como Obispo.

Foto: AFP
Chicha de jora: La bebida tradicional de Chiclayo, tierra donde sirvió Robert Francis Prevost
Durante su paso por esta región, es probable que el entonces obispo Prevost haya estado en contacto con este símbolo vivo de la identidad chiclayana; la chicha de jora, una bebida fermentada elaborada a base de maíz malteado (la jora) que se ofrece como una opción refrescante para acompañar los alimentos.
Esta bebida al estar elaborada con maíz malteado contiene probióticos naturales y aporta nutrientes derivados de los granos de este alimento. Sin embargo, más allá de su valor nutricional, representa un símbolo de cultura y tradiciones en un vínculo directo con los pueblos originarios del Perú y su cosmovisión.
Cómo se prepara la bebida
Su proceso inicia con la germinación del maíz, que luego se seca y muele para cocerse lentamente en agua. Una vez hervida y reposada, la mezcla fermenta durante varios días, lo que le da su característico sabor ácido y ligeramente alcohólico. Tradicionalmente, se sirve en jícaras o vasos de barro, y aún hoy es parte esencial de las reuniones comunitarias en el norte peruano.
La propuesta gastronómica está presente en festividades, rituales y comidas cotidianas, por eso, probablemente es una de las propuestas gastronómicas que pudo disfrutar el nuevo Papa estadounidense cuando fungió como Obispo en Chiclayo, lugar en donde además pudo obtener la nacionalidad peruana.
Ahora, con León XIV en el trono de San Pedro, esta bebida ancestral adquiere una curiosa conexión con la historia reciente de la Iglesia y seguro le trae al nuevo Papa, un recuerdo a su pasado por medio de la gastronomía peruana.